La calle dedicada a la Maestra Justa Freire se sustituyó por el nombre de un conspicuo representante del franquismo el martes 24 de agosto. Así, esta calle del barrio de Las Águilas del distrito de Latina de Madrid recupera el nombre que tenía hasta abril de 2017.
En esa fecha 52 nombres franquistas salieron del callejero madrileño en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica de 2007.
Ahora, el Ayuntamiento de Madrid ha devuelto su calle al ominoso general franquista, amigo y paisano del cruel dictador gallego. Una prueba más de la condición arcaica, obsoleta y retrógrada de los concejales madrileños del Partido Popular, Ciudadanos y Vox.
Además, como denuncia Más Madrid, el alcalde José Luis Martínez-Almeida aprovecha el mes de agosto «para estas fechorías». Y Rita Maestre, portavoz de este partido en el consistorio, lamenta esta decisión cargando de forma muy dura contra los dirigentes del Gobierno municipal madrileño: «Millán Astray vuelve al callejero de Madrid y Justa Freire se va. Sigue el retroceso en todos los ámbitos».
Por su parte Unidas Podemos Madrid censura la restitución del general franquista en el callejero y lo califica de «maldita vergüenza». Así, su portavoz, Carolina Alonso, afirma: «Me parece bochornoso no cumplir con la ley de memoria, pero ponerle una calle a este asesino no tiene un pase».
Asimismo, CCOO pide que ‘Maestra Justa Freire’ se mantenga en el callejero de Madrid y «que no vuelva Millán Astray».
Sentencia del TSJM
No obstante, el Ayuntamiento de Madrid liderado por Almeida ya anticipó que procedería a este cambio en cumplimiento de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) sobre la recuperación de algunos de los nombres de las calles desaparecidos en abril de 2017.
El TSJM determinó recuperar el nombre original de las 6 vías siguientes de otros tantos distritos:
- General Millán Astray (Maestra Justa Freire), Latina
- Caídos de la División Azul (Memorial 11 de marzo de 2004), Chamartín,
- Hermanos García Noblejas (avenida de la Institución Libre de Enseñanza), San Blas-Canillejas,
- El Algabeño (José Rizal), Hortaleza,
- Crucero Baleares (Barco Sinaia), Puente de Vallecas y
- glorieta de Cirilo Martín (Ramón Gaya), Moncloa-Aravaca.
¡No al olvido de una pedagoga y maestra ejemplar!
Maestra Justa Freire
La pedagoga y maestra Justa Freire Méndez nació en Moraleja del Vino, Zamora, el 4 de abril de 1896. Y murió en Madrid el 15 de julio de 1965, a la edad de 69 años.
Tras estudiar magisterio en la Escuela Normal de Zamora, obtuvo por oposición la plaza de maestra nacional en 1918 que ejerció en la escuela de Casillas (Ávila). Y ese mismo año se afilió a la Federación Española de Trabajadores de la Enseñanza de la Unión General de Trabajadores (UGT).
En 1921 se trasladó a Madrid, donde consiguió plaza en el Grupo Escolar ‘Cervantes’, hoy CEIP Cervantes, un centro vinculado a la Institución Libre de Enseñanza. Y en el que se educaba a los hijos de los obreros del barrio de Cuatro Caminos de Tetuán.
Sus métodos de enseñanza se basaban en la tolerancia, el diálogo y la atención a sus alumnos. Además potenciaba al máximo las capacidades de adaptación y preferencias de los más pequeños, Y fomentaba el pensamiento libre, crítico y organizativo de cada estudiante.
Con el apoyo de la Junta para Ampliación de Estudios viajo a Bélgica y a Francia para mejorar su formación pedagógica. Y, en 1932, tras graduarse en la Escuela de Estudios Superiores de Magisterio, impartió cursos de pedagogía a maestros en Pamplona y San Martín de Valdeiglesias. Asimismo colaboró con el proyecto republicano de Misiones Pedagógicas.
Durante la Guerra Civil Española se la destinó a Valencia, junto a otros docentes. Su misión era conseguir un ambiente lo más familiar posible para los niños evacuados y que siguieran formándose a pesar de la dura y cruel contienda. Además ascendió de forma sucesiva a inspectora-visitadora de Colonias, a delegada regional de la Infancia Evacuada y, por último, a delegada nacional de la Infancia Evacuada.
Años de cárcel y olvido
Al finalizar la guerra fue detenida, encarcelada y sufrió la represión franquista por su condición republicana y por sus proyectos educativos progresistas.
Durante su estancia en prisión siguió ejerciendo de maestra con las mujeres encarceladas, logrando la alfabetización de muchas de ellas. Y también organizó talleres de lectura y de canto.
En 1941 salió en libertad. Sin embargo, sufrió el proceso de depuración contra los maestros republicanos ejercido por la dictadura. Así, como muchos otros compañeros, solo podía dar clases particulares o en academias no oficiales. Sin embargo, en 1944 entró como secretaría en el Colegio Británico y allí también realizó tareas docentes.
En 1953 recuperó su plaza de maestra nacional. aunque perdió todos sus derechos previos y su antigüedad. Además de la prohibición expresa de ejercer en Madrid. Así que fue maestra en el Grupo Escolar ‘Padre Algué’ del municipio barcelonés de Manresa. En 1958 fue trasladada al Centro de Orientación Didáctica del Servicio Nacional del Magisterio de la capital y volvió a dar clases en el Colegio Británico.
Asimismo, colaboró como articulista en la revista El Magisterio Español.