Con la corte permanente en la villa castellana decretada por Felipe II de Austria, se empiezan a gestar los falsos cronicones sonre los orígenes de Madrid. Y con el objetivo de dotar a la ciudad de un esplendoroso pasado que la haga digna de tales distinciones. Ya que es la capital de un imperio donde no se pone el sol y de la monarquía más católica de la Cristiandad,
El objetivo principal de todas estas leyendas era borrar el innegable pasado islámico de Madrid que no cuadraba con la enrraigada cristianidad de la dinastía austriaca, Y tampoco con el carácter religioso de un pueblo cristiano forjado durante los 8 siglos de batallas contra los musulmanes.
Los controvertidos orígenes de Madrid
Sin embargo, la ciudad de Madrid es sin lugar a dudas una fundación islámica como lo atestiguaban sus principales edificaciones. Pues tanto el alcázar, como su muralla y como sus primitivas iglesias medievales (ya desaparecidas) de San Miguel de la Xagra y de Santa María de la Almudena fueron construidas por alarifes musulmanes.
Es por tanto, que la fundación de Madrid sólo puede remontarse a una fecha cercana al año 873. Y cuando al alcázar y a la ciudadela de los guerreros o almudayna, reflejo con la muralla de su marcado carácter militar, se les añaden la medina y la mezquita mayor, edificaciones indispensables para otorgar a un núcleo de población la categoría de ciudad musulmana. Según el profesor Torres Balbas.
Después, en el siglo X y ya fuera de las murallas, la primitiva medina crecería en los arrabales. Y entre ellos destacan el de Las Vistillas, el de la Cuesta de San Vicente y el mozárabe de San Andrés.
Por otro lado, las actuales iglesias de San Pedro el Viejo y de San Nicolás de Bari nunca fueron mézquitas madrileñas. Y la apariencia de sus torres se debe a su construcción por alarifes o arquitectos mudéjares. Y con este término nos referimos a la población musulmana asentada en ciudades cristianas.