La idea del ensayo experimental ‘Arte y ciudadanía’ es realizar un paseo por la mentalidad de la humanidad mediante un recorrido arquitectónico por su historia.
Sentado frente al Palacio de Velázquez de El Retiro madrileño, me doy cuenta de que de forma inconsciente he regresado al comienzo de mi carrera de la vida. Y eso no es más que el comienzo de una nueva etapa. Así lo dicen las conchas de los animales tales como los trilobites o más recientemente los caracoles: cada nueva elipse es una nueva etapa en su crecimiento biológico.
Finalizada esta introducción, me centraré en el grueso de este ensayo que lleva por título ‘Arte y ciudadanía’. Y que explora la proyección que tiene el arte en la mente humana. Pienso que esta década que comenzamos a vivir en este nuevo siglo, es una época de búsqueda, de necesidad de reinvención.
Y es que cuando el ser humano, no sabe ‘por donde tirar’ comienza a ver, utiliza la vista y se recrea en el arte contemplativo para crear nuevas ideas que proyectarán una búsqueda de un nuevo objetivo.
Arte y ciudadanía: un ensayo experimental
Momento presente
Esta década que comenzamos a vivir en este nuevo siglo, es una época de búsqueda, de necesidad de reinvención.
Cuando el hombre se encuentra ante una pérdida de valores, cuando el materialismo se desvanece por el hecho físico de que lo material no perdura, entonces surge la evolución…
Todos los seres humanos intentan apreciar la belleza natural, yo aprendo mucho de la naturaleza en sí. También de la arquitectura, de la pintura, etc. Y con ello imagino nuevas imágenes en mi mente que me ayudan a crear nuevas veredas, para conseguir materializar mis metas, siendo en todo momento plenamente consciente que lo material sólo dura lo que tarda en sucumbir a los deseos de otros individuos.
El arte tiene un cierto poder materializador de lo que visualizamos. De ahí su importancia atemporal y más en momentos en los que al hombre le cuesta seguir las estructuras creadas o arquetípicas de tiempos pasados. Son estos momentos los que más han aportado al ser humano, véanse pues los grandes ordenes clásicos: griego, romano, gótico, renacentista o la arquitectura moderna, por poner unos ejemplos.
Arquitectura y evolución humana
La arquitectura es una forma de expresión exterior de un crecimiento interno de la evolución humana. Como una eclosión de grandes avances internos, de nuevas estructuras o, por que no decirlo, de nuevas arquitecturas mentales, que abren nuevas vías de desarrollo para el ser humano.
En definitiva, las corrientes artísticas son un reflejo premonitorio del grado de evolución humana. Y siempre explotan unos años antes de que la
gran masa social comience a utilizar sus arquetipos e imite esas formas mentalmente, De este modo comienza una nueva tendencia y un nuevo comportamiento social, que de el paso a una nueva era.
Los individuos que tenemos la suerte de haber nacido en esta época, seremos testigos de excepción de un nuevo brote de creación, que nos hará convertirnos en mejores seres humanos, de la mano de un cataclismo globalizador de nuevas corrientes artísticas. Aunque, paradójicamente, cada vez serán mas diversas, gracias al mundo global que comenzamos a construir a través de las nuevas redes tecnológicas.
Imagina una arquitectura blanca, con luz, curvada, redondeada, sin líneas, funcional, inteligente, de unión, de conexión… Una arquitectura cuyo objetivo es traspasar la forma, que desarrolle aspectos biológicos, que crezca, que nazca, como un árbol.
Hemos de esperar que una arquitectura como la que se está desarrollando en la actualidad —mezcla de materiales biológicos y utilizando cánones propios del mundo natural— desarrolle un hombre humanamente mejor.
Siglo XX
Sentado en la Gran Vía de Madrid, en estado de presencia, imitando a las estatuas invisibles que habitan en esta calle, siento, emulo a los centenarios edificios… Y soy consciente de la fuerza que ejercen sobre los viandantes que deambulan esculpidos, disfrazados con disfraces miles de diversa tendencia, gótica, jónica, renacentista… Medito sobre si la única forma de expresión artística que tiene el individuo sin manipulación instrumental directa, es la forma de vestir, la moda…
De este modo me doy cuenta de que el ser humano, al igual que todo, evoluciona. Así lo lleva haciendo desde los inicios, desde el homínido encorvado hasta el ser humano postmoderno actual. De andar a cuatro patas a andar erguido, de tener bello a prescindir de él… Pienso que el próximo grado de evolución visible en la arquitectura biológica del hombre será un ‘abombillamiento’ craneal, semejante a las recientes creaciones arquitectónicas de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia (Oceanogràfic).
Medito esta reflexión con la imagen que el hombre presente tiene de los extraterrestres. Y llego a la conclusión de que no es más que la apariencia que tendrán nuestros descendientes en un futuro. Aceptando de nuevo la hipótesis de que evolución arquitectónica y biológica coinciden en muchos aspectos, metafóricos y visuales.
Conexión arquitectura-ser humano
Sirvan como ejemplo ilustrador de la forma metafórica de la conexión arquitectura-ser humano los inicios del capitalismo de la mano de la revolución industrial. Cuando se comienzan a utilizar materiales que el hombre imita en diversos aspectos del comportamiento- Así pues, en esa época el hombre comienza a volverse frágil como el vidrío, se recubre el rostro con caretas de plástico que impiden ver su ser real y endurecen el corazón con metales férreos.
Es curioso, pero siempre que enfoco mi consciencia para redactar este artículo, comienzan a acercarse a mí personas, personajes relacionados con el arte, el diseño (acaba de pasar frente a mi David Delfín). Puede ser casualidad, ya que esta Gran Vía es un camino concurrido, es la arteria que nutre de agentes artísticos la conciencia de la ciudad… Aunque cada vez estoy más convencido de que las casualidades no son azarosas, son fruto de un efecto.
Tras estos momentos de trabajo y reflexión, me encamino a la Casa del Libro siguiendo la llamada de uno de sus huéspedes… 8 años después acaricio con mis manos la edición del primer contacto editorial relacionado con la psicología postmoderna.
Paseando entre los pasillos y las estanterías que soportan el saber, entro en contacto con el libro ‘El instinto del arte: belleza, placer y evolución humana’, de Denis Dutton. Y compruebo que el contenido ideológico del mismo tiene mucho que ver con el presente ensayo.
Casualidad o no, dejo en manos del lector que saque sus propias conclusiones.
Casualidad o no.
Era Industrial
Sentado en un banco, observo la Torre Eiffel, y me centro en sus líneas, en su trazado… Soy capaz de visualizar el pensamiento del arquitecto antes de materializarse. Puede decirse que es una de las obras que conozco con menos materiales, en el sentido que existe muy poca diferencia entre el pensamiento y la realización.
Símbolo de la Exposición Universal de París de 1889, está considerada por algunos como el primer monumento moderno. Y pienso que es la conjunción de ambos aspectos lo que la hace una de las representaciones artísticas más importantes a nivel mundial.
Oigo el bullicio de la ciudad, fijo la vista a mi alrededor para comenzar a introducir personas en la narrativa y observo que como de la nada han aparecido a mi alrededor 5 sujetos que también meditan y observan el contexto y la postal de la torre. Es posible que, al igual que yo mismo, estén meditando sobre la torre de Gustavo Eiffel, creándose entre todos sinergias de conexión de conciencia, con nuestras miradas y pensamientos. Al igual que se unen los distintos vértices de las formas principales de la arquitectura de la torre con otras, para elevarse en altura y conseguir finalizar su estructura.
Además, la Torre Eiffel es de forma piramidal como la estructura jerárquica de nuestra sociedad. La base es más amplia y se va estructurando a medida que va subiendo hasta finalizar en un punto monárquico en España o, en el caso de Francia, presidencial.
Es un buen ejemplo del esquema político moderno y contemporáneo, que no se distancia tanto de los esquemas políticos más primitivos, tipo primeras civilizaciones: pirámides de las culturas egipcia, maya o azteca.
Civilización y estructura piramidal
Así surge de mis sentimientos negativos relacionar civilización con estructura piramidal, que impide la igualdad de condiciones a todos los agentes sociales. Y comienzo a analizar las posibles causas, llegando a una conclusión clara y concisa: la cultura de las civilizaciones no tiene un proceso democratizador de la educación desde sus orígenes, allá hace más de 4.000 años. ¿Por qué?
Comienzo a pensar en culturas que utilizan modelos piramidales, Egipto, culturas precolombinas… Y de forma inevitable empiezo a compararlas con las culturas orientales, a mí parecer mucho más implicadas con la educación global de la sociedad y menos interesadas en estructuras piramidales, De hecho, ahora mismo no recuerdo ningún monumento con esa arquitectura en oriente. Aunque supongo que ‘haberlos haylos’.
Hablando de educación social, siempre se centra en los grupos con tendencia a la exclusión social, porque no se abre una vía de educación de la masa social. Aunque, paradójicamente, a mi parecer, es la que necesita más formación en valores tales como el respeto y la tolerancia hacia los grupos más desfavorecidos.
¿Qué nos da miedo de estas minorías? La posibilidad de acabar como ellos; de que nuestra arquitectura creada, restaurada, se convierta en ruinas; de que no atraiga turistas, posiblemente.
No olvidemos que, en momentos de crisis, de falta de novedad y futuro, el amor es el único aliciente para comenzar a crecer de nuevo. Desde la ‘Ciudad de la Luz’, al final del túnel, desde la ciudad del amor, reescribo una frase utilizada como regalo hacia la ciudad de Paris: «El amor es el recurso más poderoso para conseguir ser feliz».
Construcción y arquitectura
¿Por qué hay dos palabras para definir el proceso de creación de los edificios?: construcción y arquitectura.
Pienso que construcción no implica un mensaje armónico de desarrollo, tolerancia y respeto hacia todos los agentes implicados. De hecho es una palabra moderna, fruto del inicio masivo de realización de edificios. Sin embargo, arquitectura si implica un grado de sostenibilidad posiblemente más justo, pasional. Donde el amor por un trabajo bien hecho prima a otros intereses, donde existe amor por el desarrollo. Además es un concepto que se utiliza para referirse a la realización de edificios con proyección de futuro. Mientras que el término construcción se deja para otros de menos relevancia.
Todos buscamos lo que queremos, con lo cual la pregunta no es ¿qué buscamos?, si no ¿qué queremos? Así que me pregunto si lo que queremos es común para todos o es de carácter individual. Y pienso: ojalá sea común. Sin embargo, no sé por qué deseo que sea común si prefiero una vida solitaria.
No me canso de buscar el querer, de sentirme unido a un grupo que nunca encuentro. Posiblemente porque me cuesta tanto encontrarme a mi mismo o porque me atormento tanto con un fin que no me centro en la tarea del segundo.
Piensas, piensas, piensas a una velocidad insonora y te atormenta el retumbe de estos pensamientos en la cabeza, como el ruido de un trueno en una cueva, intentando buscar la salida, para acabar llegando a la insonoridad por el rebote de pared en pared.
Si somos lo que pensamos, en mi caso se puede decir que no soy igual a nadie. Ya que con nadie me identifico, nunca veo a nadie en sus ojos que hay algo que nos une… ¿Por qué he de ser yo el que de el paso? Estoy cansado de mirar aguas de cristal que no dan respuesta a mis preguntas.
Culturas orientales
Descansando frente a la Gran Muralla China, de nuevo me dejo llevar por mis emociones para relatar cómo y por qué se edificó este monumento, un muro. Los muros son siempre elementos de separación, disfrazados de falsos elementos protectores, nunca podremos o lograremos separarnos de nada ni de nadie a través de un muro. Pues nuestros pensamientos son libres, viajan de unos a otros y no atienden a elementos físicos infranqueables.
Lo sorprendente de esta construcción no es el grosor de sus muros, sino la longitud del monumento. Y lo que en realidad sorprende no es su magnitud, sino el pensamiento de aquel hombre que decidió que el mejor método de defensa era la creación de una muralla tan grande que ni él mismo era consciente de imaginarla hasta que fue construida.
Un muro que separa se derrumba cuando es eliminado por la propia conciencia de caída. Lo más impresionante de la caída de un muro, es el momento en el que la masa de la población de un momento a otro, en un día, decide y deja de ver como algo natural que exista.
El Muro de Berlín
En la Alemania de finales del siglo XX dejó de verse natural un muro que separaba el mundo entero. ¿Por qué ese día? ¿Qué hizo nacer en la masa ese pensamiento de anti-naturalidad y esa visión irrisoria de que un muro de hormigón no significaba nada en comparación con una masa de población con el mismo pensamiento?
¿Por qué ese día? ¿Por qué todo el mundo pensó lo mismo ese día?
El Muro de Berlín cayó o lo derribó la conciencia de aquella masa de personas, que dejaron de ver el muro como un elemento divisorio y comenzaron a verlo como un punto de apoyo para construir la base donde apoyar su palanca de pensamiento común.
Al surgir esta idea o conexión de varios pensamientos en la mente, se puede comparar con la situación actual de crisis. ¿Es en realidad una crisis económica? ¿O es una crisis de ideas y valores?
La crisis actual es fruto de una escalada muy rápida de la montaña de la calidad de vida social. Además está relacionada de forma directa con un nivel de consumo masivo. Ya que una vez llegado a la cima, te encuentras ahí, divisando la belleza de los valles. Y como es la parte más alta, estableces ahí tu campamento base, dudando si retroceder, pues te encuentras en lo más alto. Al final tu cuerpo es atraído por la belleza que contemplan tus ojos y decides regresar al valle.
Primeras culturas
Sentado de nuevo, observando una nueva maravilla del hombre, el Acueducto de Segovia, observo, dejo correr el bolígrafo por la hoja para comenzar a ser consciente de que el imperio romano transformó culturalmente el mundo. Y lo afirmo observando su arquitectura y viendo en ella con claridad su política de expansión territorial. Pues fueron los primeros imperialistas de la historia, los primeros grandes conquistadores y transmisores de la cultura a gran escala.
Y eso se ve de forma clara en su arquitectura plagada de puentes, de enlaces de lugares, donde poder conseguir el flujo de comunicación y transmisión de lo que ellos consideraban mejor. Así, a medida que iban conquistando y culturalizando nuevas regiones desde Centroeuropa, el Mediterráneo y la Península Ibérica, sus tierras se iban plagando de puentes posibilitadores de contacto y unión.
Los puentes posibilitaban el contacto, la transmisión, la unión… Y me parecen un elemento arquitectónico clave e indispensable para las sociedades modernas y avanzadas. De hecho, es un icono, pues ese símbolo aparece en los billetes que hoy día recorren la Unión Europea en forma de moneda comunitarias.
Y se ve un claro homenaje a la cultura romana, que un día nos unió, a través del diseño de esta moneda que nos acompaña desde el año 2002. Asimismo, los romanos utilizaban el diseño de los puentes para las conmemoraciones personales o individualistas, como son los arcos de triunfos.
Además, representa una arquitectura que emerge, que posibilita la unión, pero que sólo es una estructura individual que sólo sirve de ornamentación, que da imagen de construcción, pero que unitariamente no tiene funcionabilidad práctica, no sirve para nada. Ya que necesita
de otros vanos y arcos de medio punto para crecer y fusionarse en un conjunto funcional de enlace.
Las calzadas romanas son otro de los elementos clave para el desarrollo político y cultural del Imperio Romano. Vías de comunicación, lazos de unión, segmentos que convergen en 2 puntos distantes y que, gracias a estos caminos, comienzan a estar más juntos y a crecer y crear otras
vías que las una a otros puntos. Es la forma de crecer de la naturaleza (fractal) y los romanos lo sabían muy bien.
‘Arte y ciudadanía’ – Evolucionarte – Miguel Hernanz – Madrización – Septiembre 2010.
(‘Arte y ciudadanía’ está registrado en CEDRO el 26 de diciembre de 2023, con el número de registro: h6K5OGNh-2023-12-26T16:36:26.430).