El poema A mano amada encierra algunos de los versos más notables de Ángel González. Nacido el 6 de septiembre de 1925, en Oviedo, España, Ángel González Muñiz fue un poeta, catedrático y ensayista adscrito a la Generación del 50.
Su poesía está plena de contrastes y discurre entre lo efímero y lo eterno. Dos características que, leyendo sus versos, nos hacen soñar en el amor y en la vida.
Además fue miembro de la Real Academia Epañola. Y, entre otros, recibió los galardones siguientes:
- Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca 2004.
- Julián Besteiro de las Artes y las Letras 2001.
- Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 1996.
- Premio Internacional Salerno de Poesía 1991.
- Príncipe de Asturias de las Letras 1985.
- Accésit del Premio Adonais 1956 por ‘Áspero mundo’.
Ángel González murió en Madrid el 12 de enero de 2008.
A mano amada
A mano amada,
cuando la noche impone su costumbre de insomnio
y convierte
cada minuto en el aniversario
de todos los sucesos de una vida;
allí,
en la esquina más negra del desamparo, donde
el nunca y el ayer trazan su cruz de sombras,
los recuerdos me asaltan.
Unos empuñan tu mirada verde,
Unos empuñan tu mirada verde,
otros
apoyan en mi espalda
el alma blanca de un lejano sueño,
y con voz inaudible,
con implacables labios silenciosos,
¡el olvido o la vida!,
me reclaman.
Reconozco los rostros.
No hurto el cuerpo.
Cierro los ojos para ver
y siento
que me apuñalan fría,
justamente,
con ese hierro viejo:
la memoria.