La tradicional Verbena de San Isidro se celebra el día 15 de mayo, festividad de San Isidro, santo patrón de la ciudad de Madrid. Tiene su origen en la romería que se celebraba ese día, yendo los madrileños en procesión hasta la Ermita del Santo, situada en la orilla derecha del río Manzanares, en unas praderas cercanas al Puente de Toledo.
De romería a verbena
Durante los siglos XVIII y XIX alcanza la romería de San Isidro su apogeo. Más tarde, ya en el siglo XX, el crecimiento de la ciudad de Madrid deja la Ermita de San Isidro dentro de su casco urbano, en el distrito de Carabanchel. Así la tradicional romería de San Isidro se convierte en la popular verbena de San Isidro. Y que tenía la Pradera de San Isidro como escenario natural de la fiesta.
Tradición y modernidad
La tradición dice que primero se visita a San Isidro en su ermita. Luego se escucha la misa de rigor. Después se bebe agua de la fuente milagrosa, tras aguantar la larguísima cola. Más tarde se compra el botijo obligado de cada año. Luego se catan y compran las consabidas rosquillas del santo, tanto ‘las listas’, como ‘las tontas’, sin olvidar ‘las de la Tía Javiera’. Y se come después, sentados con tranquilidad en el suelo. Aunque en la actualidad se come en los chiringuitos que pueblan la pradera del santo. Y se hace una media siesta, para concluir la ajetreada mañana.
Ya por la tarde, se continúa la fiesta bailando algún chotis al ritmo del organillo. Y va aumentando el jolgorio según pasa la tarde y se acerca la noche, punto álgido de las Fiestas de San Isidro.
En la actualidad las celebraciones se expanden por toda la ciudad de Madrid. Y los conciertos musicales y las actividades culturales son sin duda los puntos más concurridos de los madrileños y madrileñas hoy por hoy.