Cuando en septiembre de 1969 yo inicié la lucha por liberar a la mujer de las cadenas jurídicas, su situación era tan vejatoria y alienante dentro de la familia, con proyección en lo público, que había artículos como el 1263, que situaba a la mujer casada entre los menores, los locos o dementes y los sordomudos que no sabían leer ni escribir
María Telo Núñez
[Cáceres (Extremadura, España), 8 de octubre de 1915 – Madrid (Comunidad de Madrid, España), 5 de agosto de 2014]
Abogada, jurista y feminista
La lucha por liberar a la mujer | María Telo
María Telo Núñez se crió en una familia liberal progresista de origen gallego. Debido a la profesión de su padre, militar y más tarde notario, su infancia y juventud transcurrieron en distintas localidades españolas. Así, aquellos años están asociados a su familia, sus padres y sus 3 hermanos. Y también a la esmerada y completa educación que recibieron, basada en la igualdad de los sexos y en el libre pensamiento.
Inició estudios de bachillerato de letras en el Instituto de Segunda Enseñanza de Santander, por libre y bajo la enseñanza de su padre. Su objetivo era estudiar Derecho y poder opositar al Cuerpo de Notarías y Registros, gracias al acceso a las mujeres que permitió el régimen de la Segunda República. De modo que inicio la carrera en la Universidad de Salamanca en 1932. Pero la Guerra Civil impidió que terminará los estudios, a falta de tan sólo 2 asignaturas. Al fin, se licenció en 1940 en la Universidad de Zaragoza.
Sin embargo, el régimen dictatorial triunfante ya había implantado una legislación absolutamente restrictiva hacia las mujeres. Y ello impidió que María Telo pudiera presentarse a las oposiciones a Notarías por estar vigente el requisito «ser varón». Así que, en 1944, opositó al Cuerpo Técnico de Administración Civil, logrando una plaza en el Ministerio de Agricultura y siendo la primera mujer en alcanzar tal hazaña.
En 1952 se dio de alta en el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, compaginando desde entonces su trabajo en el ministerio con el ejercicio libre de su profesión de abogada.
La lucha por liberar a la mujer
Interesada por la situación jurídica de las mujeres en otras legislaciones y la necesidad de contactar con colegas extranjeras, María Telo ingresó en 1956 en la Federación Internacional de Mujeres Juristas (FIMCJ). Y, consciente de la injusta situación legal de las mujeres en España, a finales de la década de los 50 comenzó una interesante actividad pública de denuncia de la misma. Cabe destacar en este sentido sus artículos en la revista jurídica ‘Astrea’ y sus numerosas conferencias sobre el tema. Así como su participación en el Consejo Anual de la FIMCJ celebrado en Bruselas en 1958. Y donde valoró la reforma del Código Civil español de ese año y tuvo ocasión de conocer a Clara Campoamor.
Asimismo, en 1969 organizó el Consejo Anual de la FIMCJ en Madrid. Y en él presentó la ponencia ‘La mujer en el derecho civil’, en la que denunciaba la injusta situación jurídica de las mujeres en España. El éxito de este encuentro dio como resultado la creación de la Comisión de Estudios. Y, en 1971, de la Asociación Española de Mujeres Juristas (AEMJ), dependientes de la FIMCJ y bajo la presidencia de María Telo.
Sobre ello, declaró en el periódico ABC: «Cuando en septiembre de 1969 yo inicié la lucha por liberar a la mujer de las cadenas jurídicas, su situación era tan vejatoria y alienante dentro de la familia, con proyección en lo público, que había artículos como el 1263, que situaba a la mujer casada entre los menores, los locos o dementes y los sordomudos que no sabían leer ni escribir. El artículo 57 obligaba a la mujer a obedecer al marido y la licencia marital era como su sombra para todos los actos de la vida. Sin licencia, prácticamente, la mujer solo podía hacer testamento».
Además, en 1973 y gracias a su tesón, María Telo ingresó, junto con otras 3 mujeres juristas —Carmen Salinas Alfonso, Concepción Sierra Ordóñez y Belén Landáburu González—, en la Comisión General de Codificación (CGC) del Ministerio de Justicia. El objetivo era participar en el estudio de la reforma de la situación jurídica de las mujeres en España. Desde ese año y hasta su fallecimiento, María Telo fue vocal permanente de la CGC.
La libertad de las mujeres, por fin
En mayo de 1975, meses antes de la muerte del dictador, el Código Civil es modificado. Ya que se aprueba la ‘Ley de la situación jurídica de la Mujer Casada y los Derechos y Deberes de los cónyuges’. Una norma que devolvía a la mujer su mayoría de edad con la eliminación de la licencia marital y la obediencia al marido.
Sólo 6 años después, en mayo de 1981, y gracias a esos precedentes en los que María Telo fue decisiva, se aprueba por fin la ‘Ley de Filiación y Patria Potestad y Régimen económico del matrimonio’. Y en ella se establece la patria potestad conjunta y la igualdad jurídica de toda clase de hijos. Así como la igualdad de los cónyuges en la administración de los bienes gananciales. Y, en julio de ese mismo año, por fin se aprueba la ‘Ley sobre Clases de Matrimonio, Separación, Nulidad y Divorcio’.
Entre 1972 y 1975 ocupó la vicepresidencia de la FIMCJ. No obstante, en 1978, María Telo abandonó la AEMJ, debido a una escisión ideológica dentro de la misma. A partir de ese momento se centró en la expansión de la FIMCJ en Iberoamérica. Y ejerció de secretaria de Lengua Española de la misma desde 1982 hasta 1996.
Premios y reconocimientos
A lo largo de su vida María Telo Núñez recibió diversos galardones y reconocimientos. Y entre ellos destacan los siguientes:
- Lazo de Dama al Mérito Agrícola del Ministerio de Agricultura de 1972, por sus publicaciones sobre Derecho Agrario.
- Cruz Distinguida de Primera Clase de San Raimundo de Peñafort en 1976, del Ministerio de Justicia.
- Medalla al Mérito de la Doctora Pérez Perozo, fundadora de la Federación Venezolana de Abogadas (FEVA), en 1978 en Caracas.
- Premio Rosa Manzano en 1992, de la organización ‘Mujer y Socialismo’ del PSOE.
- Premio Mujer Progresista 1995 de la Federación de Mujeres Progresistas del PSOE, en Madrid.
- Condecoración de la Federación Latinoamericana de Abogadas, otorgada en Caracas en 1996, «como testimonio y reconocimiento a su solidaridad para las abogadas y mujeres de carreras jurídicas, en las luchas por obtener verdaderos espacios de Igualdad, Justicia y Paz para la humanidad y por su esfuerzo al contribuir a la evolución de las instituciones del Derecho».
- Premio Mujer Europea 1999, de la Unión de Mujeres por Europa, otorgado en Madrid «por su valor histórico para transformar en los primeros años de la Transición Política española el Derecho de Familia en España y su labor como fundadora y presidenta de la AEMJ, para, tras abandonar ésta, seguir trabajando por los derechos de la mujer».
- Placa de la Federación Internacional de las Mujeres de Carreras Jurídicas, en 2002.
- Premio Clara Campoamor 2006, 1ª edición, del Ayuntamiento Madrid.
- Premio Scevola, en 2011, concedido por el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid a «la Ética y la Calidad de los Profesionales del Derecho».
- Medalla al Mérito en el Trabajo en 2007, del Consejo de Ministros del Gobierno de España.
- Doctora Honoris Causa por la Universidad de Salamanca en 2007, presentada y defendida por la profesora Esther Martínez Quinteiro en 2008.