Ciudad Terminal de Adamo Dimitriadis | 11/01-08/03/2019 | Galería Utopía Parkway | Madrid | ‘Crash’ (2018)

Ciudad Terminal de Adamo Dimitriadis

Ciudad Terminal de Adamo Dimitriadis | 11/01-08/03/2019 | Galería Utopía Parkway | Madrid | Cartel

Ciudad Terminal de Adamo Dimitriadis | 11/01-08/03/2019 | Galería Utopía Parkway | Madrid | Cartel

Hasta el viernes 8 de marzo, Adamo Dimitriadis muestra ‘Ciudad Terminal’, su nueva exposición individual, en la Galería Utopía Parkway de Madrid. Y en ella reflexiona sobre la falsa ilusión de seguridad en la ciudad contemporánea. Además, supone una sacudida de realidad que sacude como solo sacude el presente.

Así, ‘Ciudad Terminal’ presenta paisajes desolados, avenidas vacías, soledad, silencio, miedo, hipocresía, quietud, involución… Y la aparentemente amable amenaza y destrucción del ser humano. Incluso el paradójico contraste entre la superpoblación y la soledad o el aislamiento al que nos vemos abocados. Y que Adamo Dimitriadis expone en una narración impactante, comprometida y, en la técnica, impoluta.

Ciudad Terminal de Adamo Dimitriadis

Ciudad Terminal de Adamo Dimitriadis | 11/01-08/03/2019 | Galería Utopía Parkway | Madrid | 'Safe' (2018)

Ciudad Terminal de Adamo Dimitriadis | 11/01-08/03/2019 | Galería Utopía Parkway | Madrid | ‘Safe’ (2018)

«La ciudad terminal de Adamo Dimitriadis es la certera expresión del esplendor quebrado de lo ficticio como antinomia de lo real. El espacio que nos deja indiferentes a las ciudades sin alma y a la pintura sin compromiso». Son palabras de Carlos Hernández Pezzi, afamado arquitecto y urbanista, en la introducción de la muestra y en el prólogo al catálogo de la exposición.

Y también que «Dimitriadis sabe que estamos en una época terminal y representa su espacio urbano en un desasosegante recorrido por las estancias del Dante, sin renunciar a la evocación de los efímeros paraísos que recrea con afilada precisión, color y textura únicas, como si fueran representaciones singulares de la extraordinaria belleza del diseño digital de una era de progreso periclitada.»

Además para Hernández Pezzi, el escenario que presenta ‘Ciudad Terminal’ ha perdido el romanticismo de la desesperanza. Así, comenta que «no he encontrado unas gamas de color tan inquietantes y perturbadoras como estas, que el autor destina a la configuración de un futuro tan deshumanizado como las vistas del asolamiento de lo aislado». Y subraya «la indigna, rencorosa, soledad de lo ausente se aparece al tamiz de la luz del sol, del crepúsculo, de las nubes maltratadas por el aire viciado de nuestras ciudades, enfocando restos de un magma incandescente, como si fueran destellos de lava de un volcán mucho tiempo en erupción».

Adamo Dimitriadis

Seducido por la pintura desde niño, sería la visita a una exposición de René Magritte, ya en la veintena, la que determine su vocación. Acababa de finalizar sus estudios de Diseño. Aquellos fueron unos inicios cercanos al ‘lowbrow’ o surrealismo pop. Además, las visitas al Museo del Prado con su padre se sucedían un fin de semana sí y otro también. Y es entonces cuando descubre el gusto por lo figurativo y la investigación del color en artistas como José de Ribera, Diego Velázquez, Francisco de Goya o El Bosco. Luego surgiría su interés por diferentes estilos pictóricos: prerrafaelismo, simbolismo, surrealismo, constructivismo, futurismo, arte pop o precisionismo.

Sin embargo, a partir de 2014 evoluciona hacia un realismo científico. Ciencia y moralidad son 2 conceptos indisociables en su obra. El progreso auscultado desde la lupa de la ética. Aquel futuro perfecto siempre ensombrecido por la amenaza. Los avances científicos desviados hacia fines ajenos al beneficio humano. De aquí bebe su génesis, inspirada en el futuro que nunca llegó. Y en la fascinación por la ciencia en las décadas de los 50 y 60. Un atractivo universo de perspectivas truncadas que mezcla con personal elegancia en una paleta conceptual. Y de la que sobresalen, como paradigmas de la modernidad, ciencia ficción clásica, arquitectura brutalista y fotografía industrial.

Ciudad Terminal

Así, Adamo Dimitriadis recrea el lado oscuro del progreso científico con la percepción irreal de un sueño en tecnicolor. Sus óleos irradian una felicidad tensa. Como si pasar de la alegría a la catástrofe fuera cuestión de tiempo. Y narran un desencanto dulce en un futuro pasado. Un mensaje que rocía con ironía para dar entrada a su denuncia del mal uso del progreso científico. Y que tantos ejemplos ha trasladado al presente.

«Los niños ya no quieren ser astronautas y científicos, sino futbolistas«, resume en una evocación. Y, de aquella temprana edad, recuerda la arquitectura industrial y las ilustraciones de petroquímicas que curioseaba en los libros de ingeniería de su padre. El átomo, un símbolo constante en su obra, le despertó en esos años una curiosidad todavía no resuelta. Fruto quizá de la quinta esencia del concepto: su misteriosa indefinición.

Además, el pintor madrileño combina en sus lienzos amor y electrones. Niños y centrales nucleares. Juguetes atómicos, ordenadores de las dimensiones de un salón, cámaras espaciales, paisajes industriales… Y mucha ciencia, también mucha ciencia ficción. Una banda sonora dirigida por el Outer Space Exótica de los 50 y 60 y la música industrial de los primeros 80.




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