Nos sentimos verdaderamente libres si somos los dueños y no los esclavos de las palabras, si no repetimos en coro frasecitas de tipo publicitario. Nos sentimos libres, si pensamos y hablamos cada uno con nuestras propias palabras
Luce Fabbri
[Roma (Italia), 25 de julio de 1908 – Montevideo (Uruguay), 19 de agosto de 2000]
Escritora, profesora universitaria, investigadora y activista anarquista
Nos sentimos verdaderamente libres | Luce Fabbri
Hija de los militantes y escritores anarquistas Luigi Fabbri y Blanca Sbriccoli, Luce Fabbri aprendió de ellos su personalidad de mujer autónoma, autoconsciente y libre.
En 1928 se graduó como doctora en Letras por la Universidad de Bolonia, con una tesis sobre ‘Elisée Réclus y la Comuna de París’. Y al año siguiente, 1929, tras el ascenso del fascismo en Italia, se exilia en Uruguay junto a sus padres y su hermano.
Y allí, en Montevideo, será pionera en la enseñanza de griego y latín, hasta entonces relegados al ámbito religioso. Aunque también como teórica anarquista, a través de la revista ‘Studi Sociali’, que dirigió de 1935 a 1946.
En 1949 se incorporó a la facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de la República de Montevideo. Y en ella impartió clases de literatura italiana durante casi 30 años. Ya que en los años 70 su lucha política apuntó a las dictaduras militares en Iberoamérica, lo que la llevó a retirarse de las actividades docentes, entre 1975 y 1985. Aunque, en 1989, esa misma universidad pública, laica, gratuita y autónoma le otorgó el título de Profesora Emérita.
Durante esos años se refugió en su biblioteca y desde allí impulso su actividad de escritora y ensayista sobre los escritores italianos. Así, la principal arma de combate de Luce Fabbri es la palabra. Y en especial la palabra escrita, pensada y practicada como un ejercicio de libertad.
El lenguaje como libertad
Prueba de ello es la frase que este domingo publicamos en Pongamos que Hablo de Madrid | La Revista de Madrid. Está extraída del texto ‘El lenguaje como libertad’ de Luce Fabbri, publicado en el número 35 de la revista ‘Relaciones’ , de abril de 1987. Es la siguiente: «Nos sentimos verdaderamente libres si somos los dueños y no los esclavos de las palabras, si no repetimos en coro frasecitas de tipo publicitario. Nos sentimos libres, si pensamos y hablamos cada uno con nuestras propias palabras».