Con los versos ¿Serás, amor, un largo adiós que no se acaba? comienza uno de los más bellos poemas de Pedro Salinas. Hoy le recordamos con esta poesía en el 131º aniversario de su nacimiento.
Pedro Salinas Serrano [Madrid (España), 27 de noviembre de 1891 – Boston (Estados Unidos), 4 de diciembre de 1951] fue poeta, escritor, profesor y crítico literario. Así, se le considera uno de los mejores poetas de la Generación del 27.
Además, sus traducciones de Marcel Proust contribuyeron al conocimiento del novelista francés en el mundo hispanohablante.
Serás, amor un largo adiós | Pedro Salinas
¿Serás, amor,
un largo adiós que no se acaba?
Vivir, desde el principio, es separarse.
En el primer encuentro
con la luz, con los labios,
el corazón percibe la congoja
de tener que estar ciego y solo un día.
Amor es el retraso milagroso
de su término mismo;
es prolongar el hecho mágico
de que uno y uno sean dos, en contra
de la primer condena de la vida.
Con los besos,
con la pena y el pecho se conquistan
en afanosas lides, entre gozos
parecidos a juegos,
días, tierras, espacios fabulosos,
a la gran disyunción que está esperando,
hermana de la muerte o muerte misma.
Cada beso perfecto aparta el tiempo,
le echa hacia atrás, ensancha el mundo breve
donde puede besarse todavía.
Ni en el llegar, ni en el hallazgo
tiene el amor su cima:
es en la resistencia a separarse
en donde se le siente,
desnudo, altísimo, temblando.
Y la separación no es el momento
cuando brazos, o voces,
se despiden con señas materiales:
es de antes, de después.
Si se estrechan las manos, si se abraza,
nunca es para apartarse,
es porque el alma ciegamente siente
que la forma posible de estar juntos
es una despedida larga, clara.
Y que lo más seguro es el adiós.
(De ‘Razón de amor’, 1936)