‘Yo me bajo en Atocha’
«Con su boina calada, con sus guantes de seda,
su sirena varada, sus fiestas de guardar,
su vuelva usted mañana, su sálvese quien pueda,
su partidita de mus, su fulanita de tal.
Con su todo es ahora, con su nada es eterno,
con su rap y su chotis, con su okupa y su skin,
aunque muera el verano y tenga prisa el invierno
la primavera sabe que la espero en Madrid.
Con su otoño Velázquez, con su Torre Picasso,
su santo y su torero, mi Atleti, su Borbón,
sus gordas de Botero, sus hoteles de paso,
su taleguito de hash, sus abuelitos al sol.
Con su hoguera de nieve, su verbena y su duelo,
su 18 de julio, mi 14 de abril.
A mitad de camino entre el infierno y el cielo
yo me bajo en Atocha, yo me quedo en Madrid.
Aunque la noche delire como un pájaro en llamas,
aunque no de a la gloria la Puerta de Alcalá,
aunque la maja desnuda cobre 15 y la cama,
aunque la maja vestida no se deje besar.
Pasarela Cibeles, cárcel de Yeserías,
puente de los Franceses, tascas de Chamberí,
ya no sueña aquel niño que soñó que escribía,
Corazón de María, no me dejes así.
Corte de los Milagros, Virgen de la Almudena,
chabolas de uralita, Palacio de Cristal,
con su no pasarán, con sus vivan las caenas,
su cementerio civil, su banda municipal.
He llorado en Venecia, me he perdido en Manhattan,
he crecido en La Habana, he sido un paria en París,
México me atormenta, Buenos Aires me mata,
pero siempre hay un tren que desemboca en Madrid,
pero siempre hay un niño que envejece en Madrid,
pero siempre hay un coche que derrapa en Madrid,
pero siempre hay un fuego que se enciende en Madrid,
pero siempre hay un barco que naufraga en Madrid,
pero siempre hay un sueño que despierta en Madrid,
pero siempre hay un vuelo de regreso a Madrid.
Y en algunos directos, Joaquín Sabina añade:
«pero siempre hay un viejo que renace en Madrid,
pero siempre hay un tren que desemboca…
en el Cuaderno de Bitácora de Tirso de Molina,
Sol, Gran Vía, Tribunal, en el Mercado de Legazpi
en el Teatro La Latina, en el Bronx de Fuencarral,
donde se enrollan las persianas al revés
y follan las marcianas con don Hilarión,
en la aduana entre la China y el Magreb,
en la pequeña vana esquina a Torrejón,
dios y el diablo son de aquí…
Pongamos que hablo de… vivir.»
Título: Yo me bajo en Atocha.
Letra: Joaquín Sabina y Pancho Varona.
Música: Joaquín Sabina, Antonio García de Diego y Pancho Varona.
Disco: Nos sobran los motivos | Sabina y Cía.
Año: 2000.