Estoy en contra de los sistemas, el más aceptable de los sistemas es el de no tener ninguno
Tristan Tzara
[Moineşti (Rumania), 16 de abril de 1896 – París (Francia), 25 de diciembre de 1963]
Poeta, escritor y ensayista
Estoy en contra de los sistemas | Tristan Tzara
Samuel Rosenstock, más conocido por su seudónimo de Tristan Tzara, fue uno de los fundadores del movimiento antiarte conocido como ‘Dadaísmo’. Además está considerado como su máximo exponente y figura clave.
Asimismo fue una figura clave de la vanguardia poética de principios del siglo XX. Anticipando la llegada del ‘Surrealismo’.
Además de los muchos autores que se sintieron atraídos por el dadaísmo gracias a sus actividades de promoción, Tristan Tzara influyo en sucesivas generaciones de escritores, incluso hasta nuestros días.
Así ocurrió en su país natal, Rumania, en 1928, con el manifiesto vanguardista publicado en la revista ‘unu’, escrito por Sașa Pană. Ya que citaba como mentores a Tzara, Breton, Ribemont-Dessaignes, Vinea, Marinetti y Arghezi. Así como a los artistas Constantin Brâncuși y Theo van Doesburg.
Entre otros escritores que se inspiraronn en Tzara podemos citar a los escritores rumanos Jacques G. Costin, Ilarie Voronca o Marcel Avramescu. Así como al escritor futurista polaco Bruno Jasieński, al poeta japonés y pensador zen Takahashi Shinkichi y al poeta chileno y simpatizante dadaísta Vicente Huidobro.
Durante la Segunda Guerra Mundial se incorporó a la resistencia francesa. En 1947 obtuvo la ciudadanía francesa y se afilió al Partido Comunista Francés. Sin embargo, se apartó del partido, tras la invasión de Hungría por las tropas soviéticas para apagar la revuelta popular en 1956.
Tristan Tzara murió en diciembre de 1963 en París (Francia) y fue enterrado en el cementerio de Montparnasse.
En la frase del domingo de Pongamos que Hablo de Madrid | La Revista de Madrid, Tristan Tzara afirma que «Estoy en contra de los sistemas, el más aceptable de los sistemas es el de no tener ninguno» («Je suis contre les systèmes, le plus acceptable des systèmes est celui de n’en avoir par principe aucun»).