El poema ‘Sueño para el invierno’ (‘Rêvé pour l’hiver’) es uno de los más bellos del poeta francés Arthur Rimbaud. Hoy le recordamos en PqHdM por su 165 aniversario.
Jean Nicolas Arthur Rimbaud nació en Charleville-Mézières, departamento de las Ardenas (Francia), el 20 de octubre de 1854.
A los 15 años se fuga varias veces a París con la intención de entablar amistad con los poetas más importantes de aquel entonces. Así, conocerá a Paul Verlaine con quien sostuvo una tormentosa relación amorosa. Aunque terminó 2 años después a raíz de serias disputas entre ambos.
A las 19 años abandonó su incipiente carrera literaria y se dedicó a viajar por Europa y África. Su objetivo era hacerse vidente por medio de un inmenso y largo desarreglo de los sentidos. Hacia 1880 se instaló en Yemen y más tarde hizo una pequeña fortuna como traficante de armas en Etiopía. Allí desarroló una artritis que degeneró en carcinoma. Así que decidió regresar a Francia.
El autor de ‘Rêvé pour l’hiver’ (‘Sueño para el invierno’) murió en un hospital de Marsella, departamento de Bocas del Ródano, el 10 de noviembre de 1891.
Los poetas malditos
Paul Verlaine le incluye en su nómina de ‘poetas malditos’ en su ensayo ‘Les Poètes maudits’ (1884). Así, los poetas malditos eran:
- Tristan Corbière,
- Arthur Rimbaud,
- Stéphane Mallarmé,
- Marceline Desbordes-Valmore,
- Auguste Villiers de L’Isle-Adam y
- Paul Verlaine, aunque él se llama a si mismo con el anagrama Pauvre Lelian (Pobre Lelian).
Rêvé pour l’hiver
L’hiver, nous irons dans un petit wagon rose
Avec des coussins bleus.
Nous serons bien. Un nid de baisers fous repose
Dans chaque coin moelleux.
Tu fermeras l’oeil, pour ne point voir, par la glace,
Grimacer les ombres des soirs,
Ces monstruosités hargneuses, populace
De démons noirs et de loups noirs.
Puis tu te sentiras la joue égratignée…
Un petit baiser, comme une folle araignée,
Te courra par le cou…
Et tu me diras : ‘Cherche!’ en inclinant la tête,
– Et nous prendrons du temps à trouver cette bête
– Qui voyage beaucoup…
Arthur Rimbaud
[/col_inner] [col_inner size=»6″]Sueño para el invierno
En invierno, iremos en un vagoncito rosa
Con los asientos azules.
Estaremos cómodos. Un nido de besos locos descansa
En cada una de los suaves esquinas.
Cerrarás tus ojos, para no ver, por el cristal,
las muecas de las sombras del anochecer,
Esas hoscas monstruosidades, populacho
De negros demonios y lobos negros.
Entonces sentirás arañada tu mejilla…
Y un pequeño beso, como una araña loca,
Correrá por tu cuello.
Y me dirás: ‘¡busca!’ ofreciendo tu cabeza,
Y dedicaremos nuestro tiempo a encontrar a ese bicho,
Aunque viaja mucho…
Arthur Rimbaud
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