La libertad es el pan del espíritu humano, esencial para el alma del hombre. Y la democracia no pasa de ser un sistema de reglas de aplicación para salvaguardar la libertad
Salvador de Madariaga
[La Coruña (Galicia, España), 23 de julio de 1886 – Locarno (Tesino, Suiza) 14 de diciembre de 1978]
Polígrafo, periodista, profesor universitario diplomático y político
La libertad es el pan del espíritu humano | Salvador de Madariaga
Salvador de Madariaga Rojo, a lo largo de sus 92 años de vida, fue historiador, biógrafo, ensayista, novelista, poeta, ingeniero, publicista, periodista, crítico literario, profesor universitario, político, diplomático y académico.
Además, durante la Segunda República Española, ejerció los siguientes cargos:
- Embajador de España en Washington (Estados Unidos) (1931).
- Diputado en las Cortes Constituyentes por La Coruña (1931-1933).
- Presidente de la Delegación de España en la Sociedad de Naciones de Ginebra (Suiza) (1931-1936).
- Embajador de España en funciones en París (Francia) (1932-1934).
- Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes (1934).
- Ministro de Justicia (1934).
Asimismo, fue presidente de la Internacional Liberal entre 1948 y 1952.
De pensamiento liberal y europeísta, Salvador de Madariaga se exilió en Reino Unido al inicio de la Guerra Civil Española. Y durante la Guerra Fría tuvo una posición dual, pues se opuso tanto al comunismo soviético como a la dictadura franquista. Retornó a España tras la muerte del dictador.
Por otra parte, fue elegido miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, en 1935, y de la Real Academia Española, en 1936. Aunque, como consecuencia del estallido de la Guerra Civil y su subsecuente exilio, no llegó a tomar posesión de su plaza en la primera hasta el 5 de octubre de 1976 y en la segunda hasta el 2 de mayo del mismo año.
Y como escritor cultivó diversos géneros, entre ellos: ensayo histórico y político, crítica literaria, novela, biografía y poesía.
En la frase del domingo en Pongamos que Hablo de Madrid | La Revista de Madrid, Salvador de Madariaga afirma que «La libertad es el pan del espíritu humano, esencial para el alma del hombre. Y la democracia no pasa de ser un sistema de reglas de aplicación para salvaguardar la libertad».