«El silencio es infinito como el movimiento, no tiene límites. Para mí, los límites los pone la palabra.»
Marcel Marceau
(Estrasburgo, Francia, 22 de marzo de 1923 – Cahors, Francia, 22 de septiembre de 2007)
Mimo, actor, payaso, artista de circo, pintor y litógrafo.
El silencio es infinito | Marcel Marceau
Marcel Marceu es el nombre artístico del famoso mimo francés nacido como Marcel Mangel. Asimismo, es conocido por el nombre de su personaje: Bip.
De origen judío, durante la Segunda Guerra Mundial fue miembro de la Resistencia francesa, junto a su hermano. Y despues ambos se unieron a las Fuerzas Francesas Libres (FFL) del general De Gaulle.
Al finalizar la contienda, comenzó su carrera como mimo en Alemania, actuando para las tropas francesas de ocupación. Así empezó a perfilarse su arte.
Tras esa primera incursión, decidió estudiar en la academia de arte dramático Charles Dullin del teatro Sarah Bernhardt de París. Así, recibió una sólida formación teatral de mano del propio Charles Dullin y de Étienne Decroux. Y con ellos empezó su carrera, pues le dieron el personaje de Arlequín en la pantomima ‘Baptiste’.
Asimismo, en 1947, Marcel Marceau creó a Bip: un payaso con un suéter a rayas y con un maltratado sombrero de copa decorado con una flor. Así representaba la fragilidad de la vida. Y Bip se convirtió en su alter ego, similar al vagabundo de Charles Chaplin, al que admiraba.
Hablando en el cine
A destacar, entre las muchas obras que creó y subió a los escenarios de todo el mundo, las siguientes:
- ‘Candide’ (1971),
- ‘Don Juan’ (1964),
- ‘Le manteau’ (1951),
- ‘Jardin Public’ (1949), en la que interpretaba 10 personajes, y
- ‘Mort avant l’aube’ (1947).
Además, también pasó por el cine en ‘La última locura de Mel Brooks’, un film mudo de 1976 con varios actores invitados. Y, como paradoja, el único personaje que habla es Marcel Marceau. Dice «¡No!» y es la única palabra de toda la película.
En 1978 fundó la ‘École Internationale de Mimodrame de Paris Marcel Marceau. Sin embargo, él siguió con sus actuaciones en solitario y llegaba a interpretar más de 300 cada año.
En esta frase, el inmortal mimo francés nos habla de que ‘el silencio es infinito como el movimiento, no tiene límites’.