Sábado de carnaval, 2 de la madrugada, ambiente de diversión cargadito.
La máscara vestida de gitanilla, traje rojo y lunares verdes, gritaba haciendo eses por la Gran Vía, a la altura de Telefónica. Y se desplomó en el suelo cuan larga era.
No se levantaba. Sus compañeros de murga, igual vestidos, corrieron hacia él.
- Hay que llamar a urgencias.
- Pero si no hemos bebido. Menuda cogorza.
Uno de la comparsa llamó a la policía. Se presentó una Patrulla de Proximidad desde Montera 16. La agente Carla y el oficial Hipólito Funes, ‘Lito’.
‘Lito’ se acercó nervioso al cuerpo inmóvil, se enredó con la bata de cola y acabó en el suelo. Los del pasacalles se rieron a carcajadas de él. Carla meneó la cabeza.
- ¿Quién es el accidentado? – preguntó Carla, mientras ‘Lito’ se levantaba como podía.
- Es Rubén – dijeron los de la murga – Le gusta el drink. ¡Pero hoy no hemos bebido!
Carla se acercó a la gitanilla enmascarada, que seguía parado en el suelo. Si no estaba muerto, lo parecía. Le quitó la máscara. Los de la murga miraron asombrados.
Era un rostro chino, chinísimo, del todo asiático.
- ¡Pero este no es Rubén! – dijeron los compañeros.
- ¿Cómo es posible? ¿Qué ha pasado?
Llegó la ambulancia. Los sanitarios reanimaron al chinito, que dijo:
- En lo del colonavilus, todos me culpan por chino, pero aquí tienen la culpa, copas de whisky y de vino.
Los de la murga rieron. ‘Lito’ dijo desconcertado:
- En mi turno tenía que ocurrir esto.
Carla se acercó al chinito vestido de gitanilla y dijo:
- No huele a alcohol.
- ¿Y qué va a ser si no? – dijo ‘Lito’.
En el hospital dieron la razón a Carla. No era alcohol lo que tenía el chino en el cuerpo, sino burundanga en grandes cantidades.
‘Lito’ se empeñó en llevar a toda la murga detenida a Montera 16, para interrogarles, sospechosos de intoxicar a un compañero.
Pero Carla tenía otra sospecha. Buscó en su móvil los bazares chinos que habían abierto ese sábado de carnaval, por la tarde, en la zona centro. El más cercano, y a la vez en zona sospechosa, estaba en la calle de la Amargura.
Carla despertó al oficial Morales, que estaba descansando de lo lindo en sus horas de guardia. Ambos se dirigieron al bazar chino de la calle de la Amargura.
La puerta aún estaba entreabierta. Carla sacó su HK reglamentaria, Morales también.
- ¡Alto ahí! ¡Quieto!
Rubén estaba robando en el bazar chino. Y le pillaron con las manos en la masa.
El carnaval va fatal | La perla de Carla 2020
‘El carnaval va fatal’ es la entrega semanal de ‘La perla de Carla’, la serie bufa, irónica y satírica de Manuel del Pino para Pongamos que Hablo de Madrid. Y el tema de esta semana está de rabiosa actualidad.