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Creo que corresponde a todo hombre honesto... | Grigori Petróvich Maksímov 'Lapote'
Creo que corresponde a todo hombre honesto... | Grigori Petróvich Maksímov 'Lapote'

Corresponde a todo hombre honesto | Maksímov

«Creo que corresponde a todo hombre honesto instar a las masas trabajadoras a no dejar que se apaguen las llamas de la revolución. Por el contrario, su órbita debería ampliarse, a través de un estado estimulado de independencia y alerta e independencia y la creación de instituciones laborales libres. Estas deben ser del tipo adecuado para poner en manos de los trabajadores, tras el derrocamiento del capitalismo, la organización de una vida libre sobre los principios justos del trabajo digno.»

(De ‘Mi Credo Social’, Berlín, 1923)

Gregori Maksímov

(Mithusino, Smolensko, Rusia, 10 de noviembre de 1893 – Chicago, Illinois, Estados Unidos, 16 de marzo de 1950)

Ingeniero Agrónomo, escritor, editor y anarcosindicalista

Toda una vida de activista

Tras estudiar en un seminario, Grigori Petróvich Maksímov (‘Lapote’) se graduó como ingeniero agrónomo en la Academia Agrícola de San Petersburgo.

Aunque antes, de estudiante, se unió al movimiento revolucionario antizarista del que fue un propagandista activo. Y tras leer los escritos de Kropotkin, Bakunin y Stepniak.

Asimismo, tras la Revolución de Octubre de 1917, se unió al Ejército Rojo. Sin embargo, se negó a obedecer las órdenes cuando los bolcheviques lo usaron como herramienta policial y para desarmar a los trabajadores. Y por ello fue condenado a muerte. Aunque la intervención y la solidaridad del Sindicato de Trabajadores del Acero le salvaron la vida.

En 1918, ‘Lapote’ editó los periódicos anarcosindicalistas ‘Golos Truda’ (La Voz del Trabajo) y ‘Novy Golos Truda’ (La Nueva Voz del Trabajo), organos del Nabat, ‘toque de alarma’ en ruso. Así se convirtió en una figura destacada de esta confederación de organizaciones anarquistas de Ucrania y en secretario de la Confederación de Sindicatos Anarcosindicalistas Rusos.

Más tarde, en 1921 durante la revuelta del Kronstadt, fue encarcelado de nuevo, junto con otros miembros de Nabat, en la prisión de Taganka (Moscú). Y 4 meses después comenzó una huelga de hambre que duro 10 días y ½. Aunque la terminó solo tras la intervención de varios sindicalistas europeos asistentes al Congreso Internacional de Sindicatos Rojos (‘Red Trade Union International’) que consiguieron su salida al extranjero junto con la de otros 9 compañeros.

De exilio en exilio

Entonces, Gregori se instaló en Berlín, junto a su compañera Olga. Y allí editó ‘Rabotchi Put’ (Camino Obrero) lo que le costó la expusión en 1922. Sin embargo, antes participó en la fundación de la AIT, la anarcosindicalista Asociación Internacional de Trabajadores a la que pertenece la CNT española. Así como el Comité de Defensa del Revolucionarios Encarcelados en Rusia.

Tras su expulsión de Alemania, Gregori y Olga se instalaron en París. Y en la capital francesa participó en la redacción del periódico ‘Dielo Truda’ (Causa Obrera).

Por último, en 1925 emigró a los Estados Unidos y se estableció en Chicago. Allí trabajó como fabricante de tapices y se convirtió en un destacado sindicalista de la IWW (Industrial Workers of the World – Trabajadores Industriales del Mundo). Asimismo, editó ‘Golos Truzhenika’ (La Voz del Trabajador) y más tarde ‘Dielo Trauda Probuzhdenie’ (La Causa del Despertar del Trabajo). También colaboró en el periódico yiddish ‘Freie Arbeiter Stimme’ (La Voz del Trabajador Libre). Además publicó su ensayo histórico ‘The Guillotine at Work: Twenty Years of Terror in Russia‘ (La guillotina en el trabajo: veinte años de terror en Rusia). Y diversos escritos donde cuenta la represión bolchevique contra anarquistas y sindicalistas durante la Revolución Rusa de 1917.

Corresponde a todo hombre honesto | Gregori Maksímov

El anaquista ruso creía que «corresponde a todo hombre honesto instar a las masas trabajadoras a no dejar que se apaguen las llamas de la revolución». Así lo dice en su obra ‘Mi Credo Social’, publicada en ruso en Berlín el año 1923.

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