«La libertad y la democracia no consisten en aplastar al adversario.»
Claudio Sánchez-Albornoz
(Madrid, España, 7 de abril de 1893 – Ávila, España, 8 de julio de 1984)
Licenciado en Filosofía y Letras, doctor en Historia, catedrático de Universidad, embajador, político y, en el exilio, presidente del Gobierno de la Segunda República Española.
La libertad y la democracia | Claudio Sánchez-Albornoz
Claudio Sánchez-Albornoz y Menduiña ejerció como catedrático en la Universidad Central de Madrid entre 1920 y 1933. Ese año pidió la excedencia a causa de sus actividades políticas. En la universidad complementó la actividad docente con la investigación histórica en el Centro de Estudios Históricos. En 1926 ingresó en la Real Academia de la Historia.
Entre 1931 y 1936 participó de forma activa en la vida política española. Así, fue diputado por Ávila en las 3 legislaturas de las Cortes republicanas. Y vicepresidente de las de 1936. Asimismo fue ministro de Estado en 1933. Y también consejero de Instrucción Pública entre 1931 y 1933. Además de embajador de España en Lisboa en 1939. Aunque, al romper Portugal relaciones con la República se instaló en Francia, anticipo de un exilio de 40 años.
En 1939, por su apoyo a la Segunda República Española, fue separado de su cátedra de forma definitiva. Y condenado por el Tribunal de Responsabilidades Políticas a causa de sus ideas republicanas.
Tras la invasión nazi, abandonó el país vecino y se instaló en Argentina, primero en Cuyo y después en Buenos Aires.
Y, en 1976, regresó por primera vez a España, donde permaneció 2 meses. Volvió en 1983 y se instaló en Ávila. Allí falleció un año más tarde, el 8 de julio de 1984. Y fue enterrado en el claustro de la catedral.
Esta frase de Claudio Sánchez-Albornoz es rotunda sobre la esencia de la libertad y la democracia. No consisten en aplastar al adversario.