Hoy os invitamos a preparar el cóctel Bloody Mary. Aunque científicamente no están probados sus efectos paliativos contra la resaca, la sabiduría popular lo recomienda y somos muchos los que no podemos resistirnos a un buen Bloody Mary después de una noche de efluvios alcohólicos.
Resacas aparte, el Bloody Mary está muy rico y ha vuelto a ponerse de moda. La fiebre empezó en Nueva York, capital del brunch alcohólico y pronto, como no, la moda llegó a Madrid, donde no hay brunch que se precie que no ofrezca una versión de tan conocido cóctel: Bloody Mary con jalapeños, con fresas, con wasabi… la lista es interminable y el asunto está tomando los mismos derroteros que el Gin Tonic con sus copas-ensalada.
Fue en 1921 cuando Fernand Petiot, barman del Harry´s Bar de París dio con el primer Bloody Mary mezclando vodka, zumo de tomate, sal, pimienta, limón y salsa Worcesteshire y lo bautizó con ese nombre en homenaje a la actriz Mary Pickford. Hay otros barmans neoyorkinos que lo reivindican como ocurre con cualquier otro cóctel mítico, por lo que según otras versiones su nombre se debe a María Tudor, la sanguinaria reina de Inglaterra e Irlanda.
Sobre lo de añadir la célebre ramita de apio se cuenta que en la década de los 60 del siglo XX un cliente de un hotel de Chicago recibió en la habitación su cóctel Bloody Mary sin el stick removedor y empleó para hacerlo una rama de apio de su ensalada.
Receta del auténtico Bloody Mary:
Cristalería:
- Old Fashioned o Vaso Long Drink
Ingredientes:
- 4,5 cl. de Vodka
- 9 cl. de Zumo de tomate (bien frío)
- 1,5 cl. de Zumo de limón
- Un pellizco de sal
- Un pellizco de pimienta
- Un chorrito de salsa Worcestershire
- Un chorrito de tabasco
Preparación:
- Mezclar todos los ingredientes en el vaso con hielo
- Remover
- Decorar con una rodaja de limón y una ramita de apio
Como acompañamiento musical os dejamos este vídeo en homenaje al gran B.B. King tocando junto a U2, ‘When love comes to town’. ¡Salud!