Vecina, amante y sufriente de Lavapiés, barrio popular en pleno centro de Madrid, que nos lleva desde la tradicional Fiesta de las Mayas, celebrada cada año el primer o segundo domingo de mayo, a poder visitar La Gatoteca de la Calle de Argumosa.
De la continuidad de las tradiciones y sus altares a la modernidad de poder disfrutar de un tiempo en compañía, terapéutica para unos, curiosa para otros, de unos gatos -felinos, no ‘gatos’ madrileños- que se mueven ‘en libertad’, en un espacio que es su espacio. Como los responsables de La Gatoteca dejan claro al visitante: si duermen, no los molestes; si no quieren estar en tus brazos, suéltalos; disfruta de ellos, de su belleza, de sus movimientos y de sus actitudes, pero respétalos.
La Gatoteca, no podría tener otro espacio para su casa: Barrio de Lavapiés. Barrio controvertido y contradictorio, en el que vivir no es una opción sino una elección. Yo me reconozco lavapiesina de adopción: desde que puse aquí los pies algo se removió en mí, cuando Lavapiés pasaba por ‘uno de sus momentos’, ya que es un barrio cambiante, como la vida misma.
Años después, cuando debía tomar la decisión de elegir dónde vivir, por la importancia que ese dónde tendría en mi vida, apareció el recuerdo de ‘esa sensación’. No había lugar a dudas: mi casa estaría en Lavapiés. Y son ya tantos años, muchos, viviendo, amando y sufriendo el Barrio de Lavapiés, pero así se vive una pasión.
La Gatoteca es la sede física de la ONG ABRIGA (Asociación Benéfica por el Rescate e Inserción de Gatos en Adopción), localizada en el Barrio de Lavapiés en el centro de Madrid. Allí podrás encontrar una colonia controlada de gatos, rescatados de las calles y de protectoras, y que están disponibles para adopciones particulares.
Entre que llega ese feliz momento a sus vidas, todos los socios y los visitantes puntuales, pueden disfrutar en La Gatoteca de la compañía de los felinos, jugar con ellos, acariciarlos, mimarlos…, mientras comparten un café.