Tras las elecciones del 4M, me sorprende la falta de autocrítica de la izquierda siempre echando balones fuera.
Y lo evidencian las declaraciones de hoy, 5 de mayo, de un importante representante de Unidas Podemos llamando ‘gilipollas’ a los electores de barrios populares que no han votado a la izquierda. En contraposición, Mónica García ha ido a Orcasitas a dar las gracias.
En las elecciones autonómicas tienen relevancia, además del cabeza de cartel, los alcaldes y los concejales que al estar cerca de los ciudadanos contribuyen a movilizar el voto. Ya que su gestión es importante en este tipo de elecciones por su proximidad con las vecinas, lo que no ocurre en las generales.
Así, en las elecciones del 4M, Más Madrid se convirtió en la organización más votada del bloque de izquierdas en más de la mitad de los municipios de la Comunidad de Madrid. Y sin entrar a valorar quien es y quien no es de izquierdas.
Por curiosidad me he puesto a mirar los resultados de las elecciones municipales del 2019. Así, hace 2 años, el Partido Socialista Obrero Español obtuvo 654 concejales y representación en 160 de los 179 municipios de la región. Por su parte, Unidas Podemos consiguió cerca de 120 en 60 municipios, aunque son más, ya que se presentó con nombres muy diversos. Y Más Madrid logró 34 concejales en solo 6 municipios, 19 en la capital.
¿Cómo puede ser que el más pequeño se haya comido al grande y al mediano?
Elecciones del 4M: una reflexión desde lo personal
- PSOE y UP han sido muy caudillistas. El primero por haber sido elegido el candidato y el resto de la lista desde Moncloa. El segundo porque el líder lo acaparaba todo, con una lista tan buena como invisible.
- MM, además de presentar a una candidata nueva y desconocida, ha visibilizado mucho más a sus candidatos. Solo hay que ver los carteles, los oradores o los mensajes mandados desde redes sociales.
- Mientras Pedro Sánchez y Pablo Iglesias han estado en todas las polémicas, Iñigo Errejón ha estado en segundo plano. Además de dotar de ‘madrileñismo’ a su campaña y a su organización, muy importante fuera del área metropolitana de la capital.
- La oposición en estos años en la Asamblea de Madrid de UP y de PSOE ha sido inexistente. Mientras que Mónica García ha ido creciendo en popularidad. Un dato: Mónica García ocupaba el puesto 27 en la lista de UP en el 2015 y el 10 en MM en 2019. Es decir no era una persona ‘singularmente relevante’. Sin embargo, ha ido ganando relevancia en base a su actividad parlamentaria y a la profesional que no ha abandonado. Se lo ha currado y por eso ha ascendido.
- Sin embargo, las otras 2 organizaciones, PSOE y UP, han llenado sus listas de personas que no han aportado nada en la Asamblea de Madrid, salvo Isa Serra y alguna otra excepción. Es decir, han rellenado sus listas con ‘cuneros’: nombres conocidos pero que poco tienen que ver con la actividad parlamentaria. Y de estas cosas la ciudadanía se da cuenta, aunque socialmente sean muy relevantes.
- Y tanto Pablo Iglesias como Ángel Gabilondo se han dejado atrapar en la ‘trampas de Ayuso/MAR’. Con temas como libertad, fascismo o comunismo centrando los debates, sin entrar en los problemas de la Comunidad de Madrid. Así lo evidenció el único debate en TeleMadrid. Y en ese juego siempre se pierde porque los medios de comunicación te van a machacar.
- Sin embargo, no podían meterse con MM ya que Mónica García era desconocida y con pocos flecos para machacarla, Y, por su parte, Iñigo Errejón se mantuvo en un discreto segundo plano. Aunque, a partir de ahora, que se vayan preparando la médica Mónica García y la ministra Yolanda Díaz, porque irán a por ellas..
- Además, los cargos institucionales de UP y del PSOE en los municipios madrileños han sido irrelevantes. Y, si no hay presión en la calle y las instituciones tampoco tiran, es normal que ganen los gritos y la confrontación.
- Asimismo, al no tener incidencia alguna, muchas vecinas han identificado a MM como un partido más cercano por su ‘madrileñismo’, muy alejado del más casposo de Isabel Díaz Ayuso.
- Por último, pero no menos importante, todas las que nos quejamos y estamos abochornadas por el resultado, ¿hemos hecho algo para que eso no ocurra? Además de mandar tuits, memes y mensajes.
Lo que pasa no es casual y todas somos responsables.
Enmendarlo es cuestión de todas.