Hay danzas y canciones | Agapito Marazuela

Hay danzas y canciones | Agapito Marazuela

Hay danzas y canciones, y tonadillas de boca y de dulzaina en Castilla, de ritmo y de estilo variadísimos y de una originalidad perfecta

Agapito Marazuela

[Valverde del Majano (Segovia, España), 20 de noviembre de 1891 – Segovia (España), 24 de febrero de 1983]

Músico, folclorista y concertista de guitarra y dulzaina

Hay danzas y canciones | Agapito Marazuela

Hijo de jornaleros agrícolas, Agapito Marazuela Albornos perdió la vista en un ojo de niño. Sin embargo, se sobrepuso a esta desgracia y se dedicó a la música en su expresión más popular, aprendiendo a tocar la dulzaina. Y, ya desde los 14 años, se ganó la vida con un tamborilero, tocando de pueblo en pueblo. Además. al mismo tiempo, aprendió a tocar la guitarra de forma autodidacta.

En 1920, se trasladó a Madrid y se convirtió en concertista habitual, tanto en ámbitos cultos como en fiestas populares y locales. Asimismo, viajó a París, donde obtuvo un gran éxito. Además, compaginaba esta actividad con las clases de guitarra particulares.

Así, está considerado el más genuino representante de la música popular castellana. Además fue un excelente músico, maestro de la guitarra, la dulzaina y el almirez. Asimismo poseía una gran voz.

Dedicó su vida a la investigación del folclore castellano. Así recopiló su tradición musical amenazada de extinción: tonadas y romances populares, melodías para tamboril y dulzaina. Y postuló el origen berberisco de la música castellana.

En 1932, ganó el Concurso Nacional de Música con su obra ‘Cancionero de Castilla la Vieja’, aunque no se publicó hasta 1964.

Agapito Marazuela: republicano y comunista

Por otra parte, era de ideas avanzadas y, en 1932, ingresó en el Partido Comunista de España (PCE). Y, en 1933, fue uno de los fundadores de la Asociación de Amigos de la Unión Soviética. Junto con Pío Baroja, Jacinto Benavente, Concha Espina, Federico García Lorca, Victorio Macho, Manuel Machado, Gregorio Marañón, Pedro de Répide, Ramón J. Sender, Ramón María del Valle-Inclán, entre otros.

Asimismo, al iniciarse la Guerra Civil Española, salió de la Salamanca franquista y volvió al Madrid republicano. Aquí, con los hermanos Alberto y Emiliano Barral y el cronista sepulvedano Antonio Linage Revilla organizó las milicias segovianas para la defensa de Madrid. Y, en 1937, Por encargo del Gobierno de la República asistió a la Exposición Internacional de París, en calidad de director de los grupos folklóricos españoles. Tras la contienda fue ‘depurado’ y pasó muchos años encarcelado en Madrid, Burgos, Ocaña y Vitoria.

Durante la transición democrática española, fundó la Cátedra de Folklore y la Escuela de Dulzaina en Segovia, en reconocimiento a toda una vida dedicada a la preservación del patrimonio cultural inmaterial castellano. En su memoria se concede cada año en Segovia el Premio Nacional de Folklore ‘Agapito Marazuela’.

En esta frase, el gran dulzainero Agapito Marazuela afirma que «Hay danzas y canciones, y tonadillas de boca y de dulzaina en Castilla, de ritmo y de estilo variadísimos y de una originalidad perfecta».




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