Andrés del Collado expone en la Sala de exposiciones UGT Madrid

Exposición de pintura | Andrés del Collado | Sala de exposiciones UGT Madrid | Fundación Progreso y Cultura | Madrid | Del 7 al 30 de septiembre de 2015 | Cartel

Andrés del Collado, pintor y diseñador mexicano establecido en España desde 2004, presenta su obra plástica en una Exposición de Pintura que se podrá contemplar en la Sala de exposiciones UGT Madrid de la Fundación Progreso y Cultura, desde el lunes 7 al miércoles 30 de septiembre de 2015.

La obra pictórica de Andrés del Collado nos muestra un viaje al inconsciente simbolizado por el agua, en el que las imágenes flotan, se hunden en una oscilación entre lo consciente y lo inconsciente, lo objetivo y lo subjetivo, imágenes oníricas que se funden con la realidad. El lienzo es la puerta a los recuerdos, es la piel que cubre el pasado- presente: somos el producto del pasado escondido.

El símbolo del agua es recurrente en la obra de Andrés del Collado y sobre todo en los últimos años. El agua como símbolo del inconsciente. Líquido de luz y sombra que habita en la mente, escondiendo recuerdos e imágenes que deambulan por los sueños. Connota lo femenino, vientre materno, mar de vida, fuente de nacimiento. Elemento de purificación, en donde limpiar las heridas, un mar para naufragar, río en movimiento, lluvia para saciar la sed, y un lugar en donde poder encallar. Sus obras están pobladas de seres que habitan en el mar, peces, óxidos, vasos, cubetas, y sombras flotando en los lienzos.

La exposición de pintura de Andrés del Collado en la Sala de exposiciones UGT Madrid de la Fundación Progreso y Cultura nos muestra elementos que salen del lienzo, paraguas, baldes, sillas…, extendiendo la imagen, atravesando la frontera del bastidor, objetos de utilidad para que el espectador pueda entrar en la subjetividad del artista.

Bolsas de agua colgadas al viento, son como vientres al vuelo que reflejan la luz, conteniendo el llanto, la emoción, lo onírico. Elemento frágil, transparente. Símbolo que humedece la mente, deslavando el recuerdo, dejando sutiles huellas, así como las prendas cargadas de historias que son tendidas al sol.