Día Internacional de la Mujer | 8 de marzo | No me digas ‘Feliz Día’ – ¡Levántate y lucha conmigo! | Cartel por Morgana

Reflexiones en el ‘Día Internacional de la Mujer’ por Consuelo García del Cid

Mujeres trabajadoras de la fábrica 'La Industria' | Gijón - Asturias - España | Finales del siglo XIX

Consuelo García del Cid, investigadora, poeta, escritora y directora del periódico digital Tenemos la Palabra, nos deja unas reflexiones en este Día Internacional de la Mujer 2015.

Reflexiones en el ‘Día Internacional de la Mujer’ por Consuelo García del Cid

Cuenta la leyenda —quién sabe si la historia— que las mujeres llegamos después de la costilla arrancada. Las segundonas, el sexo otrora débil que se hizo fuerte a golpe de ninguneo, trabajo, apuesta, reivindicación. Como empezó el alimento; del crudo a lo cocido. El aceite virgen siempre hirviendo, entre grandes pucheros. Amamantando hijos y tragando mamones.

La contrarrevolucionaria, muy equivocada en sus peores tiempos, contra el hombre que nos llamó compañera y más tarde esposa, como si nos hicieran un favor. ¿Favores? Los que nos deben, todavía. En pos de muchas listas enmascaradas donde los maltratadores campan por sus fueros.

Escritos en lápidas de mármol, heladas, están todos los nombres de nuestras muertas. También en cuadros de honor por grandes logros, escalafones a brazo partido donde aquella vieja costilla de Adán no es más que un aperitivo para chupar los huesos. Divina igualdad de ese cielo en la tierra mientras muchas de nosotras revientan sus rostros al sol en un trabajo de campo muy lejano a la estadística.

Demostrar que eres el doble para tener la mitad. Fingir que te respeta el próximo (que el prójimo es otra cosa) mientras pasa la vida. Y cuando ser mujer es un conflicto, o una casualidad entre las piernas, volvemos a empezar. De nuevo. Una vez más. Hemos ganado mucho y perdido otro tanto.

Día Internacional de la Mujer

Dicen que el 8 de marzo, este ‘Día Internacional de la Mujer’, es nuestro. Colgaremos, entonces, ambos círculos, exista o no esa unión tan cantada entre mecheros. Exposiciones, conciertos, desfiles (de moda), fotografías, historia, la imagen de Eva y su egregia serpiente, la diosa Lilith, adorada feminista. Demasiada pólvora mojada.

Hoy, domingo 8 de marzo de 2015, debería estar aquí mi amiga Andrea. La mató su marido el lunes 10 de noviembre de 2014. Nunca lo habría dicho. Y eso, no es que sea lo malo, es lo peor. Eso, junto con una individua que aspira como política a lo más alto y acudió al funeral de un maltratador con plena conciencia de su acto. Algún día, todavía no fechado, puede que sean desenmascarad@s tod@s l@s grandes farsantes de esta historia.

No son todas las que están ni están todas las que son. Pero que empiece la música, hoy hay mucho que celebrar.

¡Va por nosotras!

Consuelo García del Cid

Consuelo García del Cid Guerra

Nacida en Barcelona en 1958, es investigadora, poeta, escritora y directora del periódico digital Tenemos la Palabra. Así como autora del libro de relatos ‘Por lo que hemos sido’ (1980). Además, como poeta, formó parte  de las antologías Nueva Poesía Castellana’ (1979) y ‘Peliart’ (1980).

Asimismo, obtuvo el Premio de Poesía ‘Literaducto’ en 1979. Y fue finalista del Premio de Novela ‘Elyssée’ por su obra ‘Una enjundia de nada’ (1978).

En 2008 publica ‘Al ladrón’ en El Taller del Poeta y escribe 2 novelas: ‘No me olvides’ y ‘Te la quitaré aunque esté muerto’. Asimismo, en 2012 publica ‘Las desterradas hijas de Eva’, una historia que pone al descubierto el holocausto español sufrido por miles de mujeres durante la dictadura franquista a través de los preventorios, el Patronato de la Mujer, la Maternidad Peña Grande y otras instituciones creadas exprofeso para el control social de las mujeres. Y en 2014 presenta la novela ‘Librada’.

Además, desde agosto de 2007, publica su blog en consuelogdelcid.blogia.com.




Hay 1 comentario

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  1. PqHdM

    Gracias, Consuelo, por este gran artículo que enriquece PqHdM y gracias también a Chus por invitar a tu amiga a compartir con nosotros estas estupendas reflexiones.


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