Hasta el 23 de noviembre puedes visitar la muestra ‘Pantheon’, de Viktor Pivovarov, en la Galería Hilario Galguera. Así se inaugura la 2ª temporada de esta galería situada en la calle del Doctor Fourquet, 12, conocida ya como Calle del Arte del barrio de Lavapiés.
Hilario Galguera es uno de los galeristas mexicanos más influyentes de Iberoamérica y con esta sede en Madrid pretende un espacio para la discusión y promoción del arte contemporáneo. Y por ella ya han expuesto artistas internacionales de reconocida trayectoria como, entre otros, Damien Hirst, David Bailey, Willem Boel, James HD Brown, Peter Buggenhout, Maxime Brigout, Daniel Buren, Marie Cloquet, Maisie Cousins o Martin Eder.
Ahora, por primera vez en España, el artista ruso Viktor Pivovarov (Moscú, 1937) expone su obra con el título genérico de ‘Pantheon’. Integrante de la tradición del Arte Soviético No Conformista y miembro destacado del Conteptualismo moscovita, Pivovarov se define a sí mismo como «un políglota artístico». Y para él su exposición en la Galería Hilario Galguera es «una versión estilizada de un pequeño espacio sagrado».
Además, el ciclo expuesto ahora en Lavapiés se titula ‘Eidoi con atributos’. Y representa una parte de una de las mayores series de Pivovarov, ‘Eidoi’, realizada entre 2000 y 2008.
‘Eidoi’ es el plural del término griego ‘Eidos’ que procede de la filosofía platónica, Y significa una idea familiar para el alma antes de su concepción, a la que el alma vuelve a lo largo de la vida. Así, en sus cuadros, Viktor Pivovarov intenta localizar, identificar y retratar esta idea.
Pantheon de Viktor Pivovarov en Hilario Galguera Madrid
Asimismo, las figuras de ‘Pantheon’ recuerdan a las obras de Giorgio de Chirico, a los últimos trabajos de Kazimir Malevich o, de forma más simple, a los maniquíes articulados de madera utilizados en las escuelas de arte. Y como estos las figuras carecen de rostro, lo que las priva de toda individualidad, sexo o ego.
Además, Viktor Pivovarov sólo utiliza colores primarios, como si subrayara el carácter elemental del propio proyecto. Los fondos son blancos. Ya que, al igual que Wassily Kandinsky, entiende el color blanco como un equivalente del color oro. Y que se utiliza de modo habitual para referirse al mundo metafísico.
Por otro lado, los ‘eidoi’ de ‘Pantheon’ hacen referencia a la tradición de las figuras de santos por sus diversos atributos. Aunque, a diferencia de las propias figuras, se representan de forma realista y se convierten así en conductos entre el mundo terrenal y el metafísico.
Una procesión de ‘eidoi’ se dirige hacia un gran círculo rojo, símbolo del infinito y de la trascendental perfección edénica. En el centro del círculo hay otro más pequeño, que simboliza el ojo humano. A través de este ojo Pivovarov retrata ideas antes invisibles que el visitante puede a su vez explorar a través de ese mismo ojo.
Así, el interior de la exposición evoca un ‘Pantheon‘ imaginario, el templo de todos los dioses. Y la procesión de seres perfectos (‘eidoi’) conduce al visitante por la nave del templo hacia el ábside, que domina el espacio como símbolo de la perfección edénica.