Del jueves 16 al domingo 19 de junio, Lavapiés celebra el Día Mundial de la Tapa 2022. Así, 20 bares y restaurantes del barrio madrileño sirven croquetas exclusivas a 1 euro, en homenaje a todo un icono de la cocina española y de nuestro estilo de vida.
Veganas, exóticas, castizas… De calabaza, de pecorino y trufa, de salmorejo, de pollo al curry, de puerro y gorgonzola, de boletus y espinacas, de yuca y salmón, de pimientos de padrón, de chorizo, de morcilla y también, que no falte, de jamón. El increíble mundo de la croqueta abre sus puertas durante 4 días en Lavapiés.
Y ten en cuenta que en esta fiesta de la croqueta por el Día Mundial de la Tapa 2022 cada establecimiento sirve su croqueta en su propio horario habitual.
Organizado por la Asociación de Comerciantes de Lavapiés, el Día Mundial de la Tapa 2022 también se consolida en uno de los barrios más cosmopolitas de España. Toda la información a partir del lunes 13 de junio en www.enlavapies.com.
Día Mundial de la Tapa 2022 en Lavapiés
Como pistoletazo de salida, la chef Rebeca Hernández reinventa la croqueta en un ‘showcooking gourmet’ que conjuga la cocina ecológica y de Km 0, la comida callejera oriental y el producto tradicional. La cita es el mismo Día Mundial de la Tapa 2022 —jueves 16 de junio a las 14:00 horas— en la terraza del espacio 100 x 100 sostenible Ecooo.
Ya que, como explica Rebeca Hernández, «La croqueta es una tapa para todos los gustos, imprescindible en una barra porque combina muchos sabores y acompaña cualquier bebida». Y «A través de la croqueta también viajamos a las cocinas de países lejanos», añade la madrina del Día Mundial de la Tapa 2022. Por ejemplo, a los mercados de Noruega y las tradicionales ‘lojas’ del Portugal más profundo. Así, la cremosa croqueta de Tostas & Bacalao, ganador de Tapapiés 2021, fusiona el bacalao seco superior portugués con el toque nórdico del salmón ahumado, acompañado de puerro, nuez moscada y eneldo.
Para no quedarse corto, el centenario Café Barbieri ha preparado un imbatible cuarteto de ‘croquitalianas bambinas’ con productos de la vieja Italia:
- la primera de ‘guanciale’, chacina típica sin ahumar de careta o carrillos de cerdo;
- la segunda, de pistacho, ‘guanciale y tomate’ seco;
- la tercera, de calabaza, pecorino y trufa; y
- de la cuarta solo desvelamos que se llama ‘Caponata’ y es de lo más melosa…
Croquetas exóticas, veganas, sin gluten…
Entre las ecológicas, veganas y de Km 0, destacan la de ‘boletus edulis’ de Viva Chapata, con leche de avena en vez de vaca y harina de garbanzo en lugar de huevo. Rica y pacífica.
Y también es de boletus la croqueta artesana de la pizzería López & López.
Por su parte, Matilda Café Cantina prepara su croqueta con puerros y espinacas aderezados de nuez moscada, ajito y perejil. Y ofrece una versión para celiacos con harina de arroz y leche sin lactosa.
Otros participantes optan por recetas caseras de toda la vida. Como la croqueta con chorizo picante de La Musa de Espronceda. O la de jamón ibérico de Bar El Jamón. Asimismo, el jamón tampoco falta en la deliciosa y atrevida croqueta de salmorejo cordobés de El Rincón Guay. Y la Tapioquería lo combina con salmón ahumado en una croqueta de harina de yuca, rica en hidratos de carbono y apta para celiacos.
Además, La Buga del Lobo recupera su croquetÓN con morcillÓN y cebolla caramelizada, tapa hispano-caribeña elegida como mejor maridaje con cerveza Estrella Damm en Tapapiés 2021.
Y Taberna Filomena Social Club hace un guiño a la cocina de India, tan presente en Lavapiés, con una aromática croqueta de pollo al curry y otras especias.
Asimismo, en honor a su nombre, Chulo se atreve con una croqueta de pimientos de padrón —unos pican y otros no—, con bechamel ligera.
¿Un rollito? ¿Un cohete? ¿Un tigre?
Fiel a su fama de transgresora desde el respeto a la tradición, Rebeca Hernández reinventa la croqueta en 5 sorprendentes versiones: 2 de inspiración asiática, 1 ecológica y otras 2 de raíz española. Así, de su pasión por la comida callejera oriental deviene en una croqueta en crujiente rollito de primavera o ‘neem de txangurro’ con toques cítricos. Y su ‘nigiri-croqueta’ aprovecha la grasa del jamón ibérico para aromatizar la clásica mojama de atún, toda una fusión de mar y montaña con envoltorio japonés.
Además asegura que «podemos hacer una croqueta eco sin perder un ápice de sabor y textura, con producto de kilómetro 0 y sostenible». Su propuesta vegana emplea nata de lenteja, con 3 maneras de boletus en:
- bechamel,
- tropezón y
- polvo deshidratado.
Y afirma contundente: «El veganismo ha venido para quedarse».
Para su calamar-croqueta tintada, primero limpia el calamar y lo corta en anillas. Después lo rellena y lo fríe como una croqueta normal. El resultado, una brocheta o cohete de 8 o 7 bocados «que da gustito comerla», asegura.
Por último, recupera la esencia de una receta «que se ha ido transformando con el tiempo en un mejillón relleno rebozado». Su reinterpretación del ‘tigre’ lo separa por fases en sofrito, bechamel, jugo de mejillón y rebozado fino de pan frito.