Cartas de artistas en la colección de Anne-Marie Springer

Del 30 de mayo al  25 de septiembre, el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza presenta, por primera vez en España, ‘Cartas de artistas en la colección de Anne-Marie Springer’. Una selección de cartas y postales escritas por pintores en diálogo con obras de estos y otros artistas de la colección permanente.

‘Cartas de artistas en la colección de Anne-Marie Springer’ es una original propuesta que permite acercarse a los autores de las cartas y a sus creaciones desde lo íntimo. Así, entre otros, encontramos a Delacroix, Manet, Degas, Monet, Cézanne, Van Gogh, Gauguin, Matisse, Juan Gris, Frida Kahlo o Lucian Freud.

La selección de cartas y postales se ha llevado a cabo respetando el criterio que dio origen a esta colección particular: la reunión de cartas de amor. No obstante, en ellas encontramos también la expresión de ideas —que los pintores ilustran a veces con pequeños bocetos—, inseguridades, la defensa de su arte, la celebración de triunfos, detalles del proceso creativo de una obra, referencias a acontecimientos históricos… Y una gran variedad de sentimientos que nos acercan a la vida y la personalidad de los artistas de una forma diferente. Así como la felicidad, el consuelo y la curación que los autores encuentran en la contemplación y la práctica artística y que transmiten a través de su correspondencia.

Y, en este sentido, merecen una mención especial las cartas escritas en tiempos de guerra por Egon Schiele, Fernand Léger, Gala o Max Pechstein.

Cartas de artistas en la colección de Anne-Marie Springer

Además de las cartas, se expone un grabado de Gauguin en el que retrata a Stéphane Mallarmé y el certificado de matrimonio de Frida Kahlo y Diego Rivera, que también pertenecen a la colección de Anne-Marie Springer.

Desde los temas más cotidianos a las especulaciones estéticas y profesionales más profundas, estas cartas nos sumergen en la vida de los protagonistas de la historia del arte de los 2 últimos siglos. Y resuenan en las obras del museo madrileño, propiciando un enriquecedor cruce de ideas, palabras, caligrafía y pintura que invita a mirar las obras de otra manera.

Así lo podemos comprobar en los siguientes ejemplos:

Eugène Delacroix a Joséphine de Forget, 16 de agosto de 1855

«Me pregunta usted dónde está la felicidad en este mundo. Al cabo de muchas experiencias, he llegado a la convicción de que solo se encuentra en la satisfacción consigo mismo. (…) Por cierto, he encargado un culotte: es el mayor acontecimiento de la semana».

Camille Pissarro a Paul Gauguin, mayo de 1885

«El cuadro de usted, la vista de una iglesia de Ruán con cielo gris, está muy bien. Aún le falta algo de vida. Los verdes no son bastante luminosos».

Vincent van Gogh a Émile Bernard, hacia el 21 de agosto de 1888

«¡Oh! El bello sol de aquí en pleno verano. Te golpea la cabeza y no dudo de que uno acaba volviéndose chiflado. Pero, como ya lo estaba antes, no hago más que disfrutar de él».

Paul Gauguin a William Molard, septiembre de 1894

«Cuando tenga el capital en mi bolsillo zarparé de nuevo para Oceanía (…) Absténgase de comentarios, que es inútil: no habrá nada que me impida marcharme, y lo haré para siempre. Qué vida más tonta, la europea».

Edgar Degas a Marguerite S., 9 de julio de 1894

«Mañana martes por la mañana. Marguerite. Traiga un corpiño de satén».

Claude Monet a Alice Hoschedé, 3 de febrero de 1901

«El Támesis era oro puro. Qué bonito ha sido, por Dios… Tanto que me he puesto a trabajar con frenesí, siguiendo el sol y sus reflejos en el agua».

Henri Matisse a Amélie Matisse, octubre-noviembre de 1912

«Ayer domingo, por la mañana, trabajé en la alcazaba, pero no fue una buena mañana. En el bolsillo llevo un frasquito de tinta china que se abrió y me manchó mucho el chaleco, que por suerte era el de Old England. Luego el hombre al que puse en el cuadro sin decírselo ya no quiso posar, (…) y me impedirá seguir; lástima, porque el cuadro es muy bueno (…)».

Fernand Léger a Jeanne Lohy, 24 de enero de 1915

«Es muy bonito, Argonne con nieve, y aquí estoy bien protegido. Los obuses pasan sobre mi cabeza. (…) Es imprescindible que funcione mi chimenea. No quiero asfixiarme esta noche. Si abrevio la carta es por la chimenea. Me pican horrores los ojos, y ya no veo nada. Cuando recibas cartas largas podrás decir que la chimenea de tu gordo tira bien».

Egon Schiele a Edith Schiele, 23 de junio de 1915

«Me han destinado al Regimiento 75, al ‘servicio de vigilancia’. (…) Iré a la verja tan a menudo como pueda, allí donde nos dimos la mano por última vez. ¡Qué pena que no estés aquí!».

Gala a Paul Éluard, 27 de noviembre de 1916

«No te pasees por los bosques, por ningún lado donde podrían matarte o hacerte prisionero por casualidad. Prométemelo».

Frida Kahlo a Diego Rivera, 31 de enero de 1948

«No estés triste —pinta y vive—. Yo te adoro con toda mi vida».

Théodore Géricault a Madame Trouillard, 10 de agosto de 1822

«Su ausencia se me hace insoportable” (…) pongo su regreso entre los más dulces deseos que pueda formular (…) tan dulces me parecen sus caricias».

Eugène Delacroix a Charles Soulier, agosto de 1850

«¿No te parezco rejuvenecido? No son las aguas, sino Rubens, el que ha obrado el milagro».

Henri Matisse a Amélie Matisse, 1912

«Ayer trabajé en la morisca, que ya está terminada, diría. Tiene cosas buenas. Llevaba un vestido azul, pero se lo he puesto verde. Esta mañana veré si lo retoco o no».

Juan Gris a Josette, invierno 1922-1923

«Cuando no dibujo voy a los ensayos o al teatro. Diághilev es encantador y Lariónov también, pero a lo bruto. Por la noche (…) vamos al baile del Café de Paris a ver bailar el shimmy. La verdad es que es muy bonito».

Claude Monet a Alice Hoschedé, marzo de 1895

«He intentado en vano trabajar, pero acabamos cubiertos tan deprisa de nieve, yo, mi paleta y mi tela, que es imposible».

Son algunos ejemplos de las 34 cartas reunidas en la exposición ‘Cartas de artistas en la colección de Anne-Marie Springer’, que se presenta en diversos espacios. Y se extiende desde la sala de exposiciones de la primera planta, de acceso gratuito, a las salas 19, 29, 31, 37, 39 y 42 de la colección permanente.

Para una mejor experiencia de la visita, se han grabado en formato audio una selección de estas cartas gracias a la colaboración de la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD). Las locuciones, realizadas por profesores y alumnos de la escuela, pueden escucharse en español e inglés a través de la plataforma Ivoox y de un código QR situado en la sala.

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