Mapa de heridas en el Corral de Comedias de Alcalá

Con ‘Mapa de heridas’, escrita y dirigida por Sergio Martínez Vila, comienza la programación del Corral de Comedias de Alcalá de Henares  para el 2º semestre de la temporada 2021-2022. Y se representa los días 28 y 29 de enero.

La pieza ‘Mapa de heridas’ se encuentra dentro de uno de los 4 itinerarios que estructuran la programación ‘Descargando las tintas’ del teatro alcalaíno. Un programa que acoge obras que se acercan a aquello que siempre ha sido ha definido al Corral de Comedias: comunicación y palabra. Aunque también a aquello que debe ser hoy: una reflexión sobre el presente en diálogo con el pasado. Y que atienden a creaciones que desde la palabra cuestionan con rigor los conflictos del presente a través de dramaturgias originales o de adaptaciones del repertorio clásico.

El proyecto nació impulsado por el 7º Programa de Desarrollo de Dramaturgias Actuales del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música (INAEM). Y, escrito dentro de ese marco, fue publicado en 2018.

‘Mapa de heridas’ es un drama áspero en el que la violencia sexual sirve de trasfondo a una historia. Y, al mismo tiempo, es una deconstrucción y una construcción nueva, incipiente, torpe, un andar a ciegas por un territorio oscuro.

De ahí la idea de ‘mapa’ y también la ambigüedad espacio/temporal de la propuesta. Ya que todo en ella es un intento de (re)conocerse en el otro. Y de volver a situarse en un mundo que, de pronto, se ha vuelto incierto y de modo evidente hostil. Así, la escena se convierte en un cruce entre la palabra y el cuerpo, entre el teatro y la danza.

Mapa de heridas en el Corral de Comedias de Alcalá

Así, en este marco contextual se encuentra ‘Mapa de heridas’, en la que Ana (Cristina de Anta) se enfrenta a 4 hombres diferentes (interpretados todos por Óscar Oliver). Además todos son mayores que ella:

1. jubilado de la construcción,
2. jefe de almacén,
3. padre de familia que busca sexo con chicas jóvenes y
4. divorciado que vive con sus padres.

Ellos no se hacen una idea de quién es Ana. Pero ella sabe muy bien lo que ellos le hicieron a su madre 30 años atrás. La violaron por turnos. La dejaron embarazada. Y Ana, que fue el fruto involuntario de ese ataque, creció toda su vida creyendo que el hombre que la había criado era su padre biológico. Aunque es posible que ella, en verdad, sea hija de alguno de ellos.

Además, en ‘Mapa de heridas’ no está muy claro quién de los personajes masculinos habla cuando les brota la palabra del cuerpo. Así como tampoco muchas de las acciones descritas tienen un género definido. Ya que el objetivo es borrar los límites entre víctima y verdugo para propiciar un espacio incómodo de encuentro. Como lo son todos los espacios donde las diferencias se anulan. Ese es el lugar escénico por antonomasia de la obra de Sergio Martínez Vila.

Asimismo, es el sentido y el ‘para qué’ de la pieza: propiciar la identificación con el otro en un momento tan polarizado como el que vivimos ahora. Y bucear en el significado de la violencia que habitamos y legitimamos aun sin darnos cuenta.

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