Edificar sobre cimientos de cultura | Luisa Carnés

Edificar sobre cimientos de cultura | Luisa Carnés

Hay que destruir toda esta carroña. Destruir. Para edificar. Edificar sobre cimientos de cultura. Y de fraternidad.

Luisa Carnés

(Madrid, España, 3 de enero de 1905 – Ciudad de México, México, 12 de marzo de 1964)

Obrera, escritora y periodista

Luisa Carnés, también conocida por su seudonimo de Clarita Montes, es una de las muchas mujeres creadoras olvidadas. No figura en la nómina de Las Sinsombrero. Tampoco se la cita nunca como miembro de la Generación del 27. Apenas figura en los libros antológicos sobre su época. Aunque, en 2017, el Ayuntamiento de Madrid colocó una placa en su memoria en la calle de Lope de Vega del barrio de las Letras donde ella nació. Y, en 2019, se le dedicó un parque en la Ciudad de los Poetas del distrito de Moncloa-Aravaca.

Edificar sobre cimientos de cultura | Luisa Carnés

Nacida en una humilde familia madrileña, Luisa Genoveva Carnés Caballero dejó los estudios a los 11 años para trabajar de aprendiza en un taller de sombreros. Y más tarde en un obrador de pastelería.

En 1923 cogió “la pluma por primera vez para hacer un cuento”, según cuenta ella misma. Sería el principio de una larga lista que abarca cerca de 12 novelas, unos 60 cuentos, 3 obras teatrales y cientos de crónicas periodísticas.

Además, desde 1928 trabajó como telefonista y mecanógrafa en la casa editorial Compañía Iberoamericana de Publicaciones (CIAP). Tras el cierre de la editorial trabajó de camarera en un salón de té madrileño. Eso le sirvió de inspiración para escribir ‘Tea Rooms: Mujeres Obreras’, publicada en 1934 y quizás su mejor novela. Y en la cual encontramos la frase que nos ocupa aquí.

Fue militante del Partido Comunista de España (PCE). Firme defensora de la Segunda República Española. Apoyó a Clara Campoamor en su lucha a favor del sufragio femenino. Y, al estallar la Guerra Civil, estrenó en el Teatro Lara de Madrid su primera pieza de teatro: ‘Así empezó…’.

Asimismo, fue colaboradora habitual de las revistas ‘Estampa’ y ‘Ahora’. Y también de ‘Mundo Obrero’. Además, durante la Guerra Civil formó parte de la redacción de ‘Frente Rojo’.

Al final de la contienda se exilió primero en Francia para pasar luego a México, donde residió hasta su muerte en 1964.

En esta frase de su novela ‘Tea Rooms’, la escritora y periodista madrileña afirma que hay que ‘edificar sobre cimientos de cultura. Y de fraternidad’.




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