Galdós es Madrid | Homenaje a Galdós

La primera casa de Galdós

Galdós llegó al Embarcadero de Atocha para empezar el curso, a finales de septiembre de 1862. Su alojamiento fue en una habitación de una modesta pensión en el 2º piso de una casa de la calle de las Fuentes. Una casa moderna romántica, isabelina, ventilada. Y en el entorno de la Plaza Mayor, la Puerta del Sol y la Plaza de Oriente.

Café Universal

Este café en el número 15 de la Puerta del Sol, ahora 14, era el centro de reunión y tertulia de los canarios en Madrid.

La casa de Fortunata

En el número 11 de la Cava de San Miguel, a espaldas de la Plaza Mayor, se encuentra la casa donde vivía Fortunata Izquierdo, personaje clave de la novela ‘Fortunata y Jacinta’. Una novela con 2 historias de casadas, quizás la mejor y la más madrileña de las novelas galdosianas.

De Fortunata, dice Galdós que era una “mujer joven, bonita, alta, con los ojos como estrellas”. Y nos cuenta que vivía con su tía, huevera y pollera, en esta casa cuando se produce el instante mágico en que Juanito Santa Cruz encuentra en las escaleras a la joven mientras esta sorbe un huevo crudo. Y allí terminó su vida, dando a luz al hijo de Juanito y entregándoselo a Jacinta para morir tras el parto.

Sin embargo, ninguna placa recuerda que en esta casa ‘vivió Fortunata’. Aunque al fin, en 2020, el Ayuntamiento colocará la placa conmemorativa.

La casa de Jacinta

Y en el número 1 de la calle del Marqués Viudo de Pontejos úbico Galdós la casa de la burguesita Jacinta con su marido Juanito Santa Cruz. Así describe el autor a la 2ª protagonista de su castiza novela: “Jacinta era de estatura mediana, con más gracia que belleza, lo que se llama en lenguaje corriente una mujer mona. Su tez finísima y sus ojos que despedían alegría y sentimiento componían un rostro sumamente agradable”.

Aunque tampoco había ninguna placa, la habrá en este año 2020 del ‘Galdós en Madrid’.

Editorial Obras de Pérez Galdós

En el número 104 de la calle de Hortaleza una placa nos informa que ensu entresuelo estuvo la editorial fundada por Galdós en 1897. La Editorial Obras de Pérez Galdós fue fruto del desengaño del escritor con sus editores y tras el turbulento pleito con el editor Miguel Camará.

Galdós pensó que vendiendo sus obras sin intermediarios le traería copiosos beneficios. Ya que era un autor de éxito que llevaba 30 años en el oficio. Además, había publicado ya más de 50 obras.

Sin embargo, el experimento de autoeditarse no le salió bien y la editorial cerró en 1904.

Real Academia Española

Don Benito Pérez Galdós fue nombrado académico de la Real Academia Española en 1897. Y tomó posesión de la Silla N con el discurso titulado ‘La sociedad presente como materia novelable’. Le respondió, en nombre de la corporación, Marcelino Menéndez y Pelayo.

Asimismo, Galdós respondió, en nombre de la RAE, al discurso de ingreso en la corporación de José María de Pereda.

Además, fue propuesto 3 veces al Premio Nobel de Literatura. Aunque nunca lo consiguió, tal vez por el boicoteo de los sectores más conservadores de la sociedad de la época.

Ateneo de Madrid

En la época de Galdós, el Ateneo se encontraba en la calle de la Montera. Y fue allí donde conoció a Leopoldo Alas ‘Clarín’, durante una conferencia. Y después los 2 grandes escritores mantendrían una larga amistad.

Congreso de los Diputados

Galdós fue diputado varias veces. La 1ª en 1886 y, de manera soprendente, como diputado del Partido Liberal de Sagasta por el municipio de Guayama (Puerto Rico).

Más tarde, en los inicios del siglo XX, ingresa en el Partido Republicano. Y en las legislaturas de 1907 y 1910 es diputado a Cortes por Madrid por la Conjunción Republicano-Socialista, formada por partidos republicanos y el PSOE. Por último, en 1914 es elegido diputado por Las Palmas.

Librería Pérez Galdós

En 1942, los herederos del novelista abrieron una librería de lance que lleva su nombre en la calle de Hortaleza 5. Una librería de lance es una tienda del libro viejo y de ocasión.

Monumento a Galdós

El Monumento a Galdós se encuentra en el Paseo de Coches del Parque de El Retiro, el más popular de Madrid. La estatua es obra del escultor palentino Victorio Macho. Y, sufragada por suscripción pública, fue inaugurada el 20 de enero de 1919. A la ceremonia asistió el propio escritor, ya inválido y ciego, que fallecería casi un año después.

Casa donde murió Galdós

Benito Pérez Galdós falleció el domingo 4 de enero de 1920 en su casa de la calle de Hilarión Eslava número 7 del barrio de Chamberí. Y muy cercana a la Casa de las Flores, otro edificio muy literario donde vivieron el poeta Pablo Neruda en 1934 y el escritor Emilio Carrere hasta su muerte en 1947.

Aquí sí, una placa recuerda el lugar dónde estuvo el hotelito, propiedad de uno de sus sobrinos, en el que el genial escritor pasó sus últimos años.

El día de su muerte cerraron en su memoria todos los teatros de Madrid con el escueto cartel de ‘No hay función’.

Tumba de Galdós

Galdós está enterrado en el Cementerio de la Almudena, cerca de la entrada justo enfrente del Cementerio Civil. Su entierro fue multitudinario por parte del pueblo madrileño aunque frío por parte de las autoridades.

Y, el lunes 5 de enero de 1920, rodeando el féretro la Guardia Municipal, de gala, y cubierto por coronas de flores, partió el entierro de Benito Pérez Galdós. Los periódicos hablaron luego de que 30.000 personas habían pasado por la capilla ardiente y de que unas 20.000 formaron el cortejo extraoficial hasta el cementerio.

Además, aunque en esos años no era costumbre que las mujeres acudieran a los entierros, abrió la excepción en aquella ocasión la actriz Catalina Bárcena. Y, en cuanto el duelo oficial se retiró a la altura de la Puerta de Alcalá, fueron acudiendo de forma progresiva las otras mujeres de Madrid que Galdós había retratado tan bien: las menestralas, las obreras, las madres de familia de las clases populares.

José Ortega y Gasset denunció el olvido oficial, institucional y político del autor en una encendida necrológica publicada en el diario El Sol del 5 de enero de 1920. Y que comenzaba así: “La España oficial, fría, seca y protocolaria, ha estado ausente en la unánime demostración de pena provocada por la muerte de Galdós. La visita del ministro de Instrucción Pública no basta… Son otros los que han faltado… El pueblo, con su fina y certera perspicacia, ha advertido esa ausencia… Sabe que se le ha muerto el más alto y peregrino de sus príncipes”.

Calle de Galdós

El escritor canario cuenta en la capital con la pequeña, pero bulliciosa calle de Pérez Galdós que comunica 2 calles principales del Madrid galdosiano: la calle de Fuencarral y la calle de Hortaleza.